¿Quieres poner tu cuenta privada en Instagram? Es una opción muy útil para proteger tu privacidad y evitar que personas que no conoces tengan acceso a las fotos y vídeos que publicas en tu perfil, así como controlar qué usuarios te están siguiendo. También tiene algunas desventajas, como la imposibilidad de aparecer en los feeds generales (pestaña explorar, hashtags…). Sigue estos pasos si quieres tener tu cuenta privada en 2021.
Cambiar de una cuenta pública a una cuenta privada es muy sencillo. Tan solo tienes que entrar en la app de Instagram y pulsar en el icono de tu cuenta. A continuación, haz clic en las tres líneas que aparecen en la zona superior y pulsa en ‘Configuración’. Ve a ‘Privacidad’. En la sección ‘Privacidad de la cuenta’, aparecerá la opción para poner la cuenta privada. Activa el botón que aparece en el lateral, tiene que quedar marcado en azul.
Automáticamente, tu cuenta pasará a ser privada, y los usuarios que quieran seguirte a partir de ahora necesitarán tu aprobación. Los seguidores que ya tenías sí podrán seguir viendo tu contenido. Sin embargo, es posible eliminarlos para que no accedan a tu perfil. Para ello, pulsa en la sección ‘Seguidores’ que aparece en tu perfil y haz clic en el botón lateral de ‘Eliminar’.
Instagram ¿privado o público?
¿Es mejor Instagram privado o público? Como he comentado, la principal función de poner tu cuenta privada en Instagram es que los usuarios que no conoces no podrán ver tus publicaciones y tampoco tus historias. Sin embargo, hay otras funciones que también vemos en una cuenta privada y que no están en una pública y viceversa.
Para empezar, con una cuenta privada en Instagram el usuario tendrá que enviarte una solicitud de seguimiento si quiere ver tus fotos, vídeos o historias. Tu puedes aceptar, rechazar o dejar pendiente esa solicitud. Si la aceptas, el usuario podrá ver todo el contenido que publicas en tu cuenta. Cuando se rechaza una solicitud, el usuario no podrá ver tu contenido, pero sí solicitar seguirte de nuevo. Si se deja pendiente, aparecerá en tu lista de solicitudes hasta que realices una de las dos primeras opciones.
¿Qué pasa si alguien te deja de seguir? Ya no podrá ver tu perfil, a no ser que vuelva a enviarte una nueva solicitud de seguimiento.
Otra función de tener tu cuenta privada es que los usuarios no pueden compartir las publicaciones de tu perfil en sus historias. Sí pueden compartir imágenes o vídeos a través de mensajes privados. Sin embargo, si el destinatario no te sigue, no podrá ver la publicación a no ser que te envíe una solicitud de seguimiento y esperar a que aceptes esa solicitud.
Al tener una cuenta privada también perdemos algunas funciones útiles de Instagram. Por ejemplo, las publicaciones no aparecerán en la pestaña ‘Explorar’.
Con una cuenta pública podemos tener acceso a más funciones. Eso sí, sacrificando un poco nuestra privacidad. Para empezar, al tener una cuenta pública cualquier persona puede ver tus publicaciones con solo buscar tu nombre de usuario. También podrán ver tus historias, a menos de que las ocultes para ese usuario en concreto. Por otro lado, las personas también podrán compartir tus publicaciones en tus historias y enviar las imágenes a otras personas.
Tener una cuenta pública en Instagram también da más opción al crecimiento de usuarios, ya que tus publicaciones pueden aparecer en la pestaña ‘Explorar’, el los hashtags o en las ubicaciones.
Además, con una cuenta pública en Instagram también podemos limitar la interacción con algunos usuarios. Es posible bloquear a aquellas personas que no queremos que vean nuestro perfil o desactivar los comentarios.
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