Facebook sigue apostando por los nuevos valores, sobre todo si están enfocados a su público más difícil: los jóvenes. Por eso ha dado una oportunidad a un jovencísimo encargado de producto llamado Michael Sayman y ha lanzado su aplicación Lifestage bajo su propia marca. Una red social destinada a los menores de 22 años en la que el vídeo tiene toda la importancia. ¿Estamos preparados para otra red social más?
Lifestage mira directamente a los orígenes de Facebook, según afirma Sayman. Así, se ha fijado en cómo era la red social primigenia en 2004 para desarrollar su propia aplicación. Eso sí, actualizándola a unos cuantos criterios de hoy en día. Por un lado es una red social casi exclusiva para jóvenes, y es que solo los menores de 22 años podrán ver los perfiles de otras personas. Además, son los vídeos los que tienen todo el peso en esta aplicación, sin que exista un muro de noticias, sino perfiles repletos de vídeos que explican detalles sobre cada usuario.
Basta con descargar la aplicación y crearse un perfil, todo ello sin necesidad de firmar con la cuenta de Facebook en ningún momento. A partir de ahí, cada usuario puede contestar a las diferentes preguntas que se le plantean en su perfil: mi cara feliz, mi cara de enfado, mi mejor amigo o amiga”¦ La diferencia con el resto de redes sociales es que no se contestan con palabras, sino con pequeños clips de vídeo. Así, cada usuario debe mostrar a la cámara la respuesta, decorándola con marcos, etiquetas y otros detalles. Para dar un aliciente extra, la red social recompensa a quienes completen más su perfil subiéndolos de nivel y agregando nuevas preguntas.
De esta forma, otros usuarios pueden conocer más detalles de amigos y compañeros de instituto. Y es que la aplicación está vetada a los centros donde, al menos, hay 20 usuarios de Lifestage. De nuevo, un incentivo para conseguir sumar personas y centrarlas únicamente en el ámbito juvenil y estudiantil. Algo muy similar a lo que sucedió con Facebook en las universidades en sus orígenes.
Eso sí, Lifestage no cuenta con un news feed o tablón de últimas noticias ni un sistema de mensajería integrado. Por un lado es posible ver los perfiles de amigos y conocer gracias a los emoticonos Emoji si han actualizado (carita con gafas de sol) o no (caca) sus preguntas. Por otro lado, no hay forma de contactar directamente con ellos con mensajes propios. Eso sí, existe una especie de aviso que cada usuario puede dejar para el resto de contactos en los que se indique que contacten con él o ella mediante Snapchat, Instagram u otras aplicaciones de mensajería. Algo que puede no hacer mucha gracia a la propia Facebook.
Eso sí, de momento es una aplicación lanzada en Estados Unidos. Y, aunque su lanzamiento no ha tenido demasiada repercusión, cuenta con los elementos para seguir los pasos de la propia Facebook. Ahora solo queda esperar para ver si llega a más mercados y si no acaba desapareciendo como las otras muchas aplicaciones lanzadas por Facebook en los últimos años: Notify, Slingshot, Poke, Paper”¦