Tal y como se descubrió la semana pasada tras publicarse de forma efímera, y como ya afirmaban los rumores, Slingshot era la nueva aplicación de Facebook. Una herramienta que acaba de hacer su aparición oficial para satisfacer las necesidades comunicativas del usuario. Eso sí, de una forma curiosa y poco convencional. Una apuesta para competir contra la famosa aplicación de mensajería que se autodestruye Snapchat y con la que quieren recuperar al público joven que ha huido de la red social.
Sin embargo, la sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que Slingshot se aleja bastante del concepto actual de aplicación de mensajería. Sí, pone en contacto a varias personas. Y sí, permite el envío de fotografías y vídeos. Pero la clave de esta herramienta es la reciprocidad. Así, para poder ver un contenido recibido es necesario enviar uno propio. Algo como pagar para ver, pero donde el bien que se intercambia es una foto o un vídeo. Una cuestión que puede frenar los pies de aquellos usuarios menos prolíficos o predispuestos a tomar fotos y vídeos de sí mismos o de lo que hacen.
El funcionamiento de Slingshot es realmente sencillo y, sin duda, sigue los pasos de Snapchat al dedillo. Tras crear una cuenta de usuario con los datos de Facebook, el usuario siempre accede al instante a la cámara de fotos nada más iniciar Slingshot. Aquí es posible tomar una sencilla fotografía o realizar una pulsación prolongada sobre la pantalla para grabar un vídeo de hasta quince segundos. Tras ello se puede añadir dibujos y trazos de colores con el dedo para remarcar cualquier cuestión de la imagen o vídeo, o escribir un mensaje. Finalmente, sólo queda seleccionar en la lista de contactos quién recibirá ese contenido. Eso sí, siempre teniendo en mente que, si dicha persona quiere ver nuestro contenido, tendrá que enviar el suyo propio previamente.
Con ello Facebook quiere cambiar las mecánicas de las redes sociales, que aseguran que el 90 por ciento de los usuarios consume lo que sólo el 10 por ciento restante produce. Una mecánica de toma y daca de lo más curiosa, y que hace de Slingshot una herramienta única.
De tal forma, los usuarios reciben constantes notificaciones de aquellos contactos que deciden compartir cualquier foto o imagen. Más aún con el botón Seleccionar a todos, que permite realizar un envío masivo. Sin embargo, al intentar acceder al contenido, éste aparece pixelado, codificado. Tan sólo respondiendo con el envío de una foto o un vídeo el contenido se libera y se muestra en pantalla completa y todo su esplendor.
Así, una vez que se ha contestado a los mensajes recibidos, la aplicación Slingshot funciona como un muro donde ver todos estos contenidos desbloqueados. Fotos y vídeos que son efímeros y desaparecen del terminal una vez vistos. Tan sólo hay que deslizar el dedo para pasar de uno a otro, descartándolos a cada paso. Además, es posible añadir una valoración mediante una foto rápida tipo selfie para mostrar sorpresa, decepción o cualquier otro sentimiento, o añadir un comentario escrito.
Todo ello a través de una aplicación con un diseño visual sencillo que casi prescinde de todo elemento más allá de lo meramente funcional. Además es una aplicación completamente gratuita. Tan sólo hay que tener en cuenta que para contactar con una persona es necesario ser amigo a través de Facebook, disponer de su número de teléfono en la agenda o, lo que puede parecer menos privado, disponer de su nombre de usuario en la aplicación. Slingshot ya está disponible de forma gratuita para iPhone a través de App Store y para Android en Google Play, aunque por el momento sólo en Estados Unidos.