Pocos usuarios se preocupan realmente de la privacidad y seguridad de sus cuentas de WhatsApp. Lo habitual es instalar la aplicación, configurar la cuenta con el número de teléfono y empezar a chatear. Y sí, WhatsApp es tan simple como eso. Pero hay ciertos peligros que puedes evitar si no cometes errores de principiante y le dedicas un par de minutos a configurar tu cuenta de WhatsApp como deberías. Aquí te contamos los errores que suelen cometerse y cómo subsanarlos.
No hacer tu perfil privado
Como decimos, lo habitual es empezar a funcionar con WhatsApp configurado de serie. Esto hará que cualquier persona tenga acceso a nuestro perfil. Eso sí, siempre y cuando disponga de nuestro número de teléfono. Así, podrá ver nuestra foto de perfil, la frase elegida como estado, y otros detalles que quizá no queramos hacer públicos para cualquier persona. No hay que olvidar que hay quien, después de bloqueado, puede acceder a todos estos datos con solo guardar nuestro número en otro móvil. Pero se puede evitar.
Abre WhatsApp y pulsa en los tres puntos de la esquina superior derecha para encontrar el apartado Ajustes. Aquí encontrarás una nueva pantalla llena de secciones, entre las que debes elegir Cuenta para llegar, finalmente, al apartado Privacidad.
Dentro de esta sección podrás escoger qué personas y contactos tienen acceso a la información de tu perfil. Desde la última vez que te conectaste, hasta la foto de perfil, la información que añades o el estado. La opción más restrictiva es siempre Nadie, con la que absolutamente nadie podrá ver estos datos de tu perfil. Pero si quieres confiarte un poco más puedes elegir Mis contactos. Así, solo los usuarios de WhatsApp de quienes tengas el teléfono guardado en tu agenda podrán ver esta información. Ningún espía más podrá.
Dejar que te agreguen a grupos
Otro problema de privacidad de WhatsApp viene de la mano de los grupos. Quizá no te importe que cualquier persona te añada a un grupo, aunque sea una práctica un poco abusiva, cansada y muy cargante. El problema es que hay trucos para que una persona a la que has bloqueado en WhatsApp pueda volver a hablarte a través de un grupo. O que alguien te meta en un grupo con desconocidos que podrán hacerse desde ahí con tu número de teléfono. ¿A que esto ya no te da tanto lo mismo? Pues bien, puedes protegerte de esta manera.
Hay varias formas de protegerse ante esta situación. Para ello entra en los Ajustes de WhatsApp, en la sección Cuenta y en Privacidad. Aquí, en la parte de abajo, verás el apartado Grupos. Pincha en él para seleccionar quién puede añadirte a un grupo. Por defecto WhatsApp elige la opción Todos, pero puedes evitar que un desconocido del que no tienes su número te agregue si escoges la opción Mis contactos. Pero si quieres evitar que cualquier persona, contacto o no, te agregue a un grupo, puedes elegir la tercera opción: Mis contactos, excepto… y aquí escoger absolutamente toda la lista de contactos. Con ello lograrás que WhatsApp bloquee los intentos de cualquier usuario de agregarte a un grupo. Y es que te solicitará permiso previo antes de entrar en uno, para que puedas saber si merece la pena o es una encerrona.
No proteger tu cuenta de WhatsApp
En los últimos años hay una barrera de seguridad que se está implantando en la mayoría de webs y servicios como redes sociales y otros dominios de Internet. Se llama doble autenticación (o verificación en dos pasos), y consiste en crear una segunda barrera a la hora de logearte o firmar con tus credenciales. De esta manera, aunque una persona pueda tener nuestra contraseña, no podrá acceder a nuestra cuenta. Necesitará la doble autenticación o verificación, con una clave que solamente tú conozcas.
Para activarlo en WhatsApp entra en los Ajustes y pásate por Cuenta. Aquí estará el apartado Verificación en dos pasos. WhatsApp te permitirá activarlo y te llevará de la mano por el proceso, debiendo introducir un código de 6 cifras y el correo electrónico por si olvidas este dato. Así, la próxima vez que intentes instalar WhatsApp en otro móvil tendrás que incluir dicho código para que nadie más pueda hacer este proceso por ti.
No bloquear los chats con tu huella digital
Es una medida relativamente reciente, y que aunque no supone la mayor de las seguridades, sí puede ayudarte a proteger los chats. Y es que es muy complicado reproducir la huella digital de un usuario, así que no está de más que lo aproveches a tu favor. De esta forma, nadie más que tú podrá entrar a tu aplicación de WhatsApp. Eso sí, no es una medida exhaustiva, y debes ser consciente de ello. Pero siempre te protegerá más que si no la activas.
Pásate por los Ajustes de WhatsApp y entra en Privacidad. Al final de todo el listado de funciones encontrarás Bloqueo con huella dactilar. Solo tendrás que pinchar para acceder y activar la función. Eso sí, también tendrás que usar tu huella una vez para corroborar que eres tú la persona que lo está activando. Y ojo, que WhatsApp te permite escoger tres opciones de bloqueo. Una de ellas, la más segura, es la que reza Inmediatamente, para que cada vez que salgas de WhatsApp tu aplicación se bloquee bajo huella. Pero esto puede ser cansado si lo usas habitualmente, así que puedes escoger la opción 1 minuto o arriesgarte a los 30 minutos. Ten en cuenta que entre estos periodos tu aplicación no estará protegida y no pedirá la huella del usuario, por lo que otras personas podrán acceder.
Dejar tus sesiones de WhatsApp Web abiertas
Debes tener cuidado si usas WhatsApp Web en ordenadores. Es un punto débil del sistema que da pie a que otras personas te usurpen y lean tus mensajes. Incluso sin darte cuenta. Es especialmente peligroso si lo haces en ordenadores que son públicos o a los que otras personas tienen acceso. Si no cierras tu cuenta podrán ver tus chats, contestar como si fueran tú, etc.
WhatsApp notifica en tu móvil si hay una sesión de WhatsApp Web abierta en algún ordenador. Pero puedes pensar que ha sido en tu ordenador de sobremesa y no en el que acabas de utilizar en el trabajo, por ejemplo. Para asegurarte de que solo tú accedes a tus chats deberás cerrar todas las sesiones.
Solo es necesario que despliegues el menú de WhatsApp pulsando en los tres puntos, y que accedas al apartado de WhatsApp Web. Aquí verás si existe alguna sesión abierta. Y lo mejor: podrás cerrarlas todas pulsando en la opción Cerrar todas las sesiones. Con lo que sabrás que solo tú, desde tu móvil, tendrás acceso a tus chats de WhatsApp.