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Aunque parece que la fiebre por las máscaras virtuales ha decaí­do, todaví­a hay quien quiere sumarse a esta fiesta. Nos referimos a LINE, la compañí­a detrás de la homónima aplicación de mensajerí­a, que ha lanzado su propia aplicación al más puro estilo MSQRD, imitando también las lentes de Snapchat, pero con un desarrollo algo más avanzado. Y es que ha tenido más tiempo para crear una selección más animada y llena de efectos. Eso sí­, todas estas máscaras llegan a través de una aplicación independiente llamada Egg.

En ella el usuario se topa con una buena colección de máscaras virtuales para colocar sobre su rostro. La idea, tal como sucede en MSQRD, es crear toda suerte de fotografí­as y ví­deos que después puedan inundar las redes sociales. No importa el tono del ví­deo, y es que la colección es lo suficientemente amplia como para cubrir desde los contenidos más monos o cursis, hasta para asustar y aterrar con máscaras sanguinolentas. Egg llega tarde pero llega muy completa.

Basta con iniciar la aplicación para que la cámara de fotos se active y muestre sobre la pantalla el rostro del usuario. No hay que olvidar que Egg está centrada en los selfies, aunque siempre es posible retratar a amigos con el botón que permite alternar entre la cámara frontal y la posterior del terminal. En esta misma pantalla se presentan ya las máscaras a través de un sencillo carrusel por el que el usuario puede navegar cómodamente.

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Eso sí­, a diferencia de lo que ocurre en MSQRD, Egg no cuenta con las máscaras dentro de la aplicación. Para evitar ocupar demasiado espacio, es necesario descargarlas de forma individual. De esta forma la aplicación solo muestra una representación de la máscara, debiendo pulsar sobre ella para comenzar la descarga y poder utilizarla.

Una vez que la máscara está disponible, el icono de la flecha que la acompaña desaparece y permite seleccionarla para ver el efecto en pantalla. El usuario solo debe centrarse sobre el óvalo marcado en la pantalla para que Egg se encargue automáticamente de detectar los rasgos y colocar la máscara de forma realista y lo más ajustada posible al usuario.

La diferencia de Egg con el resto de aplicaciones de máscaras virtuales vistas hasta el momento es que, en este caso están llenas de efectos. Así­, todas ellas cuentan con alguna animación prediseñada que se activa al realizar un gesto concreto. Un guiño o una sonrisa hacen que algo se mueva o cause algún efecto sobre la imagen.

Lo bueno es que Egg cuenta con la posibilidad de tomar fotos o ví­deos del usuario para compartir después en sus redes sociales. Pero no es necesario hacerlo en el momento, también se puede seleccionar una foto de otro usuario o un selfie pasado almacenado en la galerí­a para decorarlo con una máscara. Además, la aplicación cuenta con un apartado de efectos que permiten vincularse con cualquier máscara, multiplicando así­ las posibilidades de esta herramienta.

En definitiva, una aplicación de máscaras virtuales que llega algo tarde, pero con más posibilidades y opciones de efectos y animación. Lo bueno es que Egg está disponible tanto en Android como en iOS de forma gratuita. Solo hay que descargarla a través de Google Play Store y App Store.