La seguridad de la aplicación WhatsApp se cobra una nueva víctima. O más bien, unos cuantos millones de ellas. Y es que un juzgado ha vuelto a ordenar el bloqueo de la aplicación de mensajería en Brasil como castigo por no compartir información privada de una investigación judicial que se está llevando a cabo en torno a un tema de drogas. Lo paradójico es que WhatsApp no puede colaborar con la justicia brasileña porque no cuenta con dicha información y no porque no quiera, como parece entender la justicia de aquel país.
La orden llega de manos del juez Marcel Montalvao, en la región de Sergipe, donde una investigación judicial entorno a un cartel de droga le llevó a solicitar la filtración de información por parte de WhatsApp. Así, la orden pedía acceder a datos de los chats de las personas investigadas, ante lo que WhatsApp no pudo sino explicar de nuevo que no almacenan dichos datos. Cuestiones que la encriptación de usuario a usuario o end-to-end salvaguarda para bien o mal de todos.
Sin embargo, parece ser que el juez no ha quedado contento con la respuesta de WhatsApp, por lo que ha ordenado el cierre cautelar de la aplicación en todo el país durante 72 horas que ya han comenzado a contar desde la publicación de este artículo. Una orden que llega directamente a las operadoras de Internet del país donde se obliga a su bloqueo, pudiendo incurrir en multas si se niegan a cumplir con el mandato del juez.
Ante esto, el creador de WhatsApp, Jan Koum, ha publicado en su página de Facebook un mensaje en el que lamenta lo ocurrido, y donde afirma estar trabajando para devolver el servicio de mensajería a los más de 100 millones de brasileños que se han visto privados de ello. Eso sí, no deja pasar la oportunidad de comentar de nuevo las ventajas de la encriptación de WhatsApp, afirmando que la compañía (o cualquier otra persona) no solo no puede leer los mensajes que intercambian los usuarios, sino que tampoco almacena el historial de chats en sus servidores. Es por ello que no puede cumplir con el mandato judicial brasileño.
Este no es el primer encontronazo de WhatsApp con la justicia brasileña. El pasado mes de diciembre de 2015 los usuarios brasileños de WhatsApp vieron cortadas sus comunicaciones durante 48 horas (12 horas reales de veto) por el mismo motivo, aunque con una orden procedente de otro juez.
Sin embargo, Marcel Montalvao, el juez que ha dictado la orden en esta ocasión, no es la primera vez que se enfrenta a Facebook, la empresa propietaria de WhatsApp. En marzo de 2016, el representante de Facebook en Latinoamérica, Diego Dzodan, era detenido en el aeropuerto por orden de Montalvao por un caso similar, donde se alegaba la falta de colaboración de la compañía con los servicios judiciales del país al no ceder información que ni la propia Facebook tenía.
Los usuarios brasileños ya han comenzado a sufrir las decisiones judiciales de magistrados que parecen no comprender cómo funciona el sistema de encriptado de WhatsApp. Pero en toda guerra hay quien consigue sacar partido de la situación, y en este caso vuelve a ser Telegram la aplicación que se beneficia de la coyuntura, sumando más usuarios con cada hora de veto que se sucede.
Actualización: El veto de las operadoras brasileñas a WhatsApp no ha cumplido ni 24 horas antes de que la orden judicial haya sido retirada. Con ello los más de 100 millones de usuarios de Brasil ya pueden volver a comunicarse a través de la aplicación de mensajería.