Cuando hablamos de robots para chatear, resulta difícil concretar el grado de locura. Y es que si estos bots son enseñados por la propia población, lo más seguro es que salgan respondones, maleducados y que, además, caigan en constantes fallos de ortografía. Ahora bien, interactuar con ellos sigue siendo de lo más divertido. En tuexpertoAPPS.com hemos enfrentado a SimSimi, el robot contestón de moda, con Billy the Chatbot, otra de las herramientas basadas en el aprendizaje a partir de las charlas con los usuarios. ¿Cuál está más loco? Juzguen ustedes mismos.
Hay que entender que, aun enmarcados dentro del mismo género de aplicaciones, sus funcionamientos y cualidades son algo diferentes. Al igual que sus condiciones. SimSimi, por ejemplo, es la herramienta de moda, y eso se nota al hablar de temas de actualidad con él, ya que los propios usuarios se molestan en verter sus opiniones y críticas al respecto, permitiendo que el robot recoja algunas respuestas de lo más acertadas. La época dorada de Billy parece haber pasado y sus comentarios respecto a la actualidad no están tan afinados.
También hay una notable diferencia a la hora de interactuar con estos dos robots conversadores. Mientras que con SimSimi es realmente complicado mantener una conversación más allá de un par de preguntas y respuestas, Billy parece algo más dispuesto a enlazar contenidos, aunque sea de pura casualidad. En este caso Billy está mucho más loco, sin duda, ya que no siempre mantiene el tema de la conversación, aunque sus fórmulas parecen enlazar unos mensajes con otros durante más tiempo.
Es verdad que la elocuencia e ingenio de estas aplicaciones dependen directamente de los usuarios que los educan, sin embargo, las reacciones son completamente hilarantes cuando menos te lo esperas. Puedes preguntar sobre equipos de fútbol o sobre la existencia de Dios, o cualquier tema más banal, el resultado siempre es loco y más o menos divertido.
Y si pasamos a los insultos la cosa ya se va de madre y de padre. Se necesita poca mecha para hacer explotar a estos bots conversadores. Sin embargo, Billy parece algo más reticente a caer en los descalificativos. No sabemos si por falta de conocimientos o porque no es capaz de captar nuestras indirectas. En este caso es SimSimi la aplicación más loca. Cualquier tema controvertido que levante los ánimos seguramente acabe con la mención de nuestra madre, o algún “y tú más” por su parte. Loco y divertido si no perdemos de vista que se trata de una máquina con quien sirve de poco razonar.
La Inteligencia Artificial tiene aún mucho camino que recorrer, sobre todo en cuanto a estas aplicaciones se refiere. Se han convertido en estrellas del entretenimiento, pero dar un cheque en blanco a los propios usuarios para que enseñen léxico y contenido a estas máquinas parece haber mermado sus posibilidades comunicacionales. Eso sí, no evitamos hacer consultas eventuales a estos dos locos robots para ver quién ofrece la respuesta más estúpida, graciosa o irreverente. Un veredicto: SimSimi sigue siendo el robot más divertido, al menos el que más carcajadas ha conseguido arrancarnos.
