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Hace unos dí­as nos sorprendió un noticia: «Microsoft retira el robot que aprendió a ser racista»Como si de una pelí­cula de ciencia ficción se tratase, Microsoft habí­a creado una inteligencia artificial que poseí­a su propia cuenta de Twitter a través de la cual podí­a interactuar con los navegantes de la red. Tay -que así­ se llamaba, sólo tuvo unas pocas horas de «vida». Este tipo de inteligencias artificiales se nutren de la interacción con los usuarios, con la que generan respuestas muchas veces sacadas de contexto, porque claro, los robots no entienden de contextos. Lo que sucedió con la pobre Tay fue, principalmente, que los usuarios le enseñaron lo malo del ser humano, racismo, groserí­as… y finalmente Microsoft tuvo que desenchufarla.

Pues bien, la aplicación que vamos a ver en este artí­culo es bastante similar a este caso que acabamos de hablar. Se trata de «SimSimi», una aplicación disponible es soporte web, Android e iOS cuyo protagonista es un simpático pollo amarillo que responde a todo lo que decimos. El funcionamiento de SimSimi es muy sencillo, nos responde a lo que digamos siempre que tenga una respuesta aprendida para esa pregunta, lo que significa que son los usuarios los que le «enseñan» frases y le dicen qué tiene que contestar. Esta aplicación no tiene ningún tipo de inteligencia por sí­ misma como Siri, por ejemplo. Lo que hace es responder según las frases y respuestas que los usuarios han ido añadiendo y que almacena en una base de datos. Si entramos en Twitter y buscamos con el hashtag #SimSimi veremos que en las últimas semanas se ha convertido en todo un fenómeno. La red está llena de pantallazos de SimSimi hablando en diferentes idiomas y diciendo todo tipo de barbaridades. Como pasó con la inteligencia artificial de Microsoft, este pobre pollo amarillo coreano también está aprendiendo lo peor. Cabe recordar eso sí­, que SimSimi fue creado en 2002 pero ha saltado a la fama ahora gracias a su exposición en Twitter mediante los mensajes de los usuarios.

En cuanto a la puesta en marcha es muy sencilla: lo descargas, seleccionas el idioma en el que quieres comunicarte con él y empiezas a hablar. Él será el primero que te recibirá con un «hola» y una vez le respondas él te devolverá la respuesta.

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Junto a la barra de mensaje -donde escribes lo que quieras decirle- hay un icono de un lápiz. Si pulsamos sobre ella nos llevará a la pantalla donde podemos escribir las preguntas y respuestas que queramos que aprenda para después decirle a otros usuarios.

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Y justo junto al globo de sus respuestas aparece un icono con forma de pulsador, si pulsamos sobre el se abre un globo con opciones de reporte. Podemos denunciar el comentario o simplemente decir que no es gracioso.

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Como hemos podido ver la aplicación es muy básica pero te hace pasar un buen rato si estás esperando el autobús o en la sala de espera del médico. Lo peor que tiene sin duda son los globos de anuncios situados justo encima de las pestañas que tenemos que utilizar en la app con lo que constantemente se está abriendo publicidad.