La aplicación de mensajería WhatsApp sigue dando alegrías y sustos a los usuarios. Así, después de surgir rumores acerca de la función de videollamadas que podría llegar en breve, ahora se conoce un nuevo problema capaz de bloquear una conversación o chat hasta borrar su contenido. Un pequeño problema al que se puede sacar alguna utilidad como broma pesada o para deshacerse de un mensaje que no se desea que llegue a ser visto por el interlocutor. Pero, vayamos por partes.
Se trata de un fallo descubierto por un jovencísimo hacker de 18 años, Indrajeet Bhuyan, quien ya se topó con un problema similar hace unos cuantos meses con el que bloquear una conversación o chat de WhatsApp al enviar un mensaje de 2.000 palabras. Indagando sobre el mismo problema, el hacker ha encontrado un fallo similar al utilizar emoticonos Emoji. De esta manera, al enviar un mensaje cargado con unos 4.000 emoticonos Emoji, es posible desestabilizar una conversación de WhatsApp hasta el punto de inutilizarla. Algo que puede utilizarse para diferentes fines, como comentábamos.
Al parecer no es necesario ser ningún tipo de hacker o cibercriminal, tan sólo armarse con algo de paciencia. Lo interesante de esta bug es que afecta tanto a la aplicación móvil, como a la versión web de WhatsApp. Y es que la compañía detrás de la aplicación había subsanado los problemas de este tipo de ataques en las plataformas móviles al limitar el número de palabras que se podían enviar en un mensaje. Sin embargo, parece que este límite quedó en el olvido en la versión para ordenadores y en cuanto a emoticonos se refiere.
Con ello, basta con crear un sencillo mensaje de 4.000 o más emoticonos Emoji a través de WhatsApp Web. El proceso se agiliza al completar varias líneas de la caja de texto, seleccionar todos los emoticonos allí plantados, y copiar y pegar de nuevo hasta acercarse a esta cifra. No hace falta llevar la cuenta, ya que el propio navegador de Internet, ya sea Google Chrome o Mozilla Firefox, sucumbirá al fallo, bloqueándose y dejando de funcionar de forma habitual durante cortos periodos de tiempo. Con algo de paciencia, cuando el navegador se recupera de la saturación, es posible enviar el mensaje cargado de Emojis y causar el mal a otro usuario.
La víctima del ataque, es decir, quien recibe el supermensaje, verá como su aplicación WhatsApp se bloquea. En caso de tener un terminal Android, el usuario se verá obligado a cerrar la aplicación de forma forzosa al acceder al chat a través del que ha recibido el mensaje. En el caso de ser usuario de iPhone, la aplicación se congela sin poder hacer nada más.
La única solución en este caso es eliminar el chat antes de acceder a él. Algo que obliga a deshacerse de todos los contenidos compartidos mediante dicha conversación, al menos de los contenidos en forma de mensaje. Con ello, el atacante puede evitar que la víctima vea un mensaje, o simplemente desesperarlo al ver que no puede volver a utilizar dicha conversación de forma habitual.
En definitiva, un nuevo fallo que, seguramente, encuentre rápida solución, pero que puede servir como jugarreta para muchos o para quienes se arrepienten de haber enviado un mensaje comprometido que quieren obligar a borrar.