Mad Aces

¿Un nuevo juego sin fin? ¿Un tí­tulo en el que resulta difí­cil sobrevivir más de veinte segundos? ¡Póngame uno, oiga! Los juegos casuales siguen conquistando a los usuarios móviles, y es que resulta la forma más sencilla de pasar un rato entretenido, ya sea en el transporte público, en una sala de espera, o cuando se pasa por el baño. Por ello siguen surgiendo tí­tulos como Mad Aces, que en su caso recoge las claves que han hecho triunfar a otros tí­tulos del género como Flappy Bird o Crossy Road, pero con identidad propia.

Se trata de un juego casual de plataformas en el que la velocidad de respuesta del usuario es clave. Así­, un personaje protagonista navega por un entorno minimalista repleto de obstáculos. Cajas y pinchos que crean toda clase de caminos y escenarios a los que enfrentarse con agilidad mental y con algo de intuición. Y es que la velocidad va en aumento, dejando cada vez menos tiempo para pensar los movimientos y acortando así­ el tiempo de la partida.

mad aces

La jugabilidad de Mad Aces es sencilla de comprender. Como en todos estos juegos que están de moda, tan sólo hay que realizar gestos sencillos con el dedo como deslizarlo hacia arriba o hacia abajo para mover al personaje. O pulsaciones cortas para disparar y deshacerse de obstáculos imposibles (la munición es limitada). De esta forma la mecánica es realmente fácil de aprender para toda clase de jugadores. Sin embargo, es difí­cil de dominar ya que la velocidad de la partida va en aumento. Con esto en mente, sólo hay que evitar los obstáculos o, si se prefiere, chocar frontalmente contra ellos.

Y es precisamente esta última cuestión lo que hace especialmente divertido al tí­tulo. Así­, el jugador puede medir cada movimiento para evitar de forma consciente los cuadros o chocarse contra aquellos que no están recubiertos de pinchos, pero también dejar parte del cálculo a su intuición, para deslizar el dedo a modo de reflejo y saber que siempre existe la opción de chocarse sin que pase nada. Claro que, en cuanto hay un pincho sobre la superficie del lado que se va a atravesar, la partida acaba, haciendo añicos al personaje.

De Flappy Bird, este Mad Aces copia su dificultad y su mecánica de navegación lateral infinita. De Crossy Road, sin embargo, adquiere su estética sencilla y poligonal, así­ como su sistema de premios y personajes. Con ello, cada cierto tiempo el jugador puede escoger un premio que suele traducirse en monedas u otros elementos para adquirir componentes extra para la partida. O bien, conseguir nuevos personajes. Cada uno cuenta con su personalidad y diseño, aunque la misma mecánica. Sin embargo, desbloquearlos poco a poco invita a jugar una y otra vez hasta superar la marca personal.

En definitiva, un juego sencillo en mecánica, diseño y planteamiento, pero que engancha gracias a la creciente dificultad al superar cada etapa y aumentar la velocidad. Se eche en falta misiones y retos que planteen más opciones de rejugabilidad y que eviten que el juego acabe en el olvido por resultar repetitivo. Lo bueno es que se puede descargar y jugar gratis desde Google Play y App Store.