beme

Ya hay una nueva red social de ví­deos dando sus primeros pasos. Y va a dar mucho de qué hablar. Se trata de Beme, una curiosa propuesta que va a hacerse muy famosa gracias a YouTube. Y no es que Google (propietaria de YouTube) tenga nada que ver, es que su creador es uno de los youtubers (usuarios que sube ví­deos) más laureados, seguidos y con mayor poder de influencia del momento: Casey Neistat. Algo que, junto a lo llamativo de la propuesta de su aplicación, asegura que Beme vaya a llamar la atención de un buen número de usuarios en todo el mundo.

Pero, ¿qué es Beme? Se trata de una nueva red social en la que compartir momentos y situaciones del usuario. Algo que recuerda bastante a Snapchat en concepto. Sin embargo, para ello, quiere prescindir de la tecnologí­a y canales habituales para transmitir estas cuestiones. De esta forma quiere que los usuarios retransmitan en primera persona los ví­deos para el resto de contactos, y no mirando a través de la pantalla. Algo que cambia notablemente el formato de los contenidos habituales como los selfies por un formato que recuerda más a los juegos en primera persona. Es decir, algo así­ como ver lo que el usuario está viendo desde su propia perspectiva.

Para ello, el usuario de Beme no toma fotos o ví­deos de forma habitual, encuadrando a través de la pantalla y enfocando con la cámara. Para capturar un momento lo que debe hacer es colocar la pantalla del terminal contra el pecho. De esta forma el sensor de proximidad que apaga la pantalla cuando nos colocamos el terminal en la oreja, hace que se active la cámara y grabe lo que está sucediendo. Y ¿si se quiere tomar un selfie? Basta con colocar el terminal contra alguna superficie para tapar dicho sensor y conseguir que la cámara se active con el usuario en frente.

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La clave de Beme es repetir la filosofí­a efí­mera de Snapchat. Es decir, los contenidos se enví­an y no se recuperan. Una vez que se un contacto lo ve desaparece para siempre. Todo ello teniendo en cuenta que todos estos contenidos se comparten sin edición alguna. Sin filtros, sin cortes y montajes, sin emoticonos. Nada. Todo queda al natural para que el resto de usuarios lo vea tal y como fue grabado.

Lo bueno es que esta red social cuenta con interacción entre el creador o quien comparte el contenido y los que lo ven. Algo que seguramente los youtubers valoren más que nadie. Esta retroalimentación se enví­a en forma de selfies al creador del contenido que se toman mientras la reproducción. Sólo hay que pulsar sobre la pantalla para capturar estas autofotos, que son enviadas al creador del ví­deo junto con la captura del instante que estaban viendo. Algo que ayuda a saber cómo reaccionan ante ciertos momentos. Algo que Facebook ya intentó con su aplicación Slingshot.

De momento Beme está dando sus primeros pasos, por lo que su creador ha decidido que los usuarios puedan acceder al servicio mediante invitaciones con códigos. Esto significa que todo el mundo puede bajarse Beme, pero los usuarios irán entrando con cuentagotas para que todo vaya bien y no existan grandes problemas en el desarrollo. Una vez dentro, el usuario se encuentra ante una lista de contactos que ya usan Beme y que puede ser ampliada introduciendo nombres de otros usuarios. Nada más. Una lista sin adornos visuales con quienes compartir un ví­deo en primera persona, tapando la pantalla del móvil.

La red social Beme ya está disponible para descargar sólo para iPhone. Se puede conseguir a través de App Store de forma totalmente gratis. Mientras, hay que seguir al youtuber en su vlog para poder ver en sus ví­deos algunos de estos códigos de desbloqueo, o que algún usuario de la aplicación lo ceda. Un sistema de invitaciones que tratará de regular las cosas ante la que se postula como la nueva red social del momento.