slingshot android

Si hace una semana Facebook lanzaba su nueva aplicación de mensajerí­a para iPhone y de forma limitada en Estados Unidos, ahora Slingshot llega al resto del mundo. Y no sólo para los móviles de Apple, sino también a través de la plataforma Android. Un verdadero lanzamiento para una aplicación que ha llegado llamando la atención tanto por lo que se conocí­a de ella como, sobre todo, por lo que no. Una herramienta de comunicación con un curioso planteamiento en el que cada usuario debe compartir para disfrutar de sus contenidos.

De esta forma, cualquier usuario del planeta puede descargarse ya la aplicación Slingshot siempre y cuando cuente con un terminal Android o iPhone. Eso sí­, por el momento no está traducida a otros idiomas, por lo que hay que estar acostumbrado al inglés para entender algunas cuestiones como el tutorial inicial que muestra su funcionamiento. Sin embargo, su mecánica puede ser aprendida y manejada por cualquier usuario gracias a su sencillez.

Lo primero que hay que hacer para utilizar Slingshot es registrar el número de teléfono. Un paso obligatorio que ayuda a la aplicación a mostrar otros contactos de la agenda del usuario a los que enviar estos mensajes efí­meros. Tras pasar el tutorial desplazando las imágenes y ví­deos que se muestran al inicio, el usuario ya puede empezar a enviar estos mensajes a diferentes contactos o a todos ellos a la vez.

slingshot android

Y es que hay que tener claro el concepto principal que defiende Slingshot. Así­, frente a la idea de sólo recibir contenido como fotos y ví­deos de otros usuarios, la aplicación obliga al usuario a enviar los suyos propios para poder disfrutar de ellos. Algo que se aleja mucho de Snapchat, con la que se comparaba en un inicio. De tal modo, el usuario debe compartir sus propias fotos y ví­deos con otros contactos para poder ver los contenidos recibidos que permanecen pixelados. Tras verlos, las fotos y los ví­deos desaparecen para no volver más.

Pero ¿cómo se crean estos contenidos? El proceso es realmente sencillo en esta aplicación, y en este caso si hay ciertas similitudes con Snapchat. Nada más iniciar la aplicación se activa la cámara para tomar una autofoto o selfie, o cambiar a la cámara trasera para captar cualquier detalle o entorno. Si se pulsa una vez sobre el botón central se toma una imagen, mientras que si se realiza una pulsación prolongada se graba un ví­deo de hasta quince segundos. Tras ello, además, es posible introducir texto al pinchar sobre un punto de la imagen, o dibujar con toda una gama de colores sobre el propio contenido. Una función curiosa teniendo en cuenta la música de situación que acompaña al proceso tras pulsar el botón Draw.

Una vez que se ha acabado la edición, basta con pulsar el botón Use y escoger qué usuarios recibirán la imagen o el ví­deo creado. Además, es posible seleccionarlos a todos si se quiere hacer un enví­o masivo. Con ello, todos los contenidos recibidos que permanecí­an pixelados pueden ser vistos y comentados con un mensaje o una autofoto que muestre la reacción del usuario.

En definitiva, una curiosa aplicación por su planteamiento de pagar para ver, donde el coste es un contenido propio. Además destaca por su sencillez, aunque cuenta con muchos detalles como efectos de sonido. Lo bueno es que Slingshot ya está disponible tanto a través de Google Play como de App Store a nivel global y de forma totalmente gratis.