Google Family Link es la herramienta de Google que permite establecer un control sobre el uso que hacen tus hijos de su teléfono móvil.
Ahora que en Navidad son muchos los niños y adolescentes que reciben un móvil por primera vez, es normal que los padres se preocupen porque puedan acceder a contenidos poco adecuados para su edad o porque puedan hacer un uso excesivo. Por ello, es el momento en que muchos se interesan por las herramientas de control parental. Para ayudar en esta tarea, vamos a dar algunas indicaciones sobre esta aplicación de Google que puede resultar de mucha ayuda.
Qué es Google Family Link
Google Family Link es una herramienta creada por Google que permite que los padres puedan controlar de manera remota los dispositivos Android de sus hijos. Funciona tanto con smartphones como con tablets y ordenadores Chromebook. Lo único necesario es que el dispositivo use Android 7.0 o superior, algo que cumplen la mayoría de los smartphones hoy en día.
Para utilizar esta aplicación, debes vincularla con la cuenta de Google con la que tu hijo tenga configurado su dispositivo. En el caso de que en algún momento esa cuenta cambie, tendrás que repetir todo el proceso de configuración desde el principio. Para configurarla, es preciso que tengas en tu móvil instalada la aplicación Google Family Link y en el de tu hijo la aplicación Controles parentales, que es la app complementaria pensada para los dispositivos infantiles.
Primero tendrás que realizar el proceso de configuración en tu móvil, añadiendo la cuenta de Google de tu hijo. Y posteriormente tendrás que acudir al dispositivo que vaya a utilizar el niño para terminar la vinculación y que puedas empezar a controlar su actividad.
Qué puedo hacer como padre con Google Family Link
Una vez que hayas instalado Google Family Link en el móvil de tu hijo, podrás empezar a realizar las siguientes funciones:
- Restringir el contenido: En la sección Gestionar configuración podremos decidir si hay algún contenido tanto en las búsquedas de Google como en YouTube, Chrome o Google Play al que no queremos que nuestros hijos puedan tener acceso.
- Ver el tiempo de uso: Esta función nos permitirá ver cuánto tiempo han estado nuestros hijos usando el móvil, así como los horarios en los que lo han estado usando, de forma que podamos comprobar si se están cumpliendo los acuerdos a los que hayamos llegado con ellos.
- Bloquear aplicaciones: Desde nuestro smartphone podremos bloquear una aplicación para evitar que nuestros hijos tengan acceso a ella, así como encargarnos nosotros de configurar los permisos que se dan a las apps para proteger la privacidad de los niños.
- Poner límites de tiempo: Esta herramienta nos permite establecer un tiempo máximo que nuestros hijos pueden estar utilizando un dispositivo. También podemos establecer un horario, diferente para cada día de la semana, en el que pueden usarlo.
- Ver las apps instaladas recientemente: Esta aplicación nos avisará cada vez que nuestros hijos instalen una aplicación nueva en sus dispositivos, de manera que podamos actuar si ha instalado alguna aplicación o juego que no queremos que tenga.
- Controlar en qué dispositivos inicia sesión: Para que tu hijo no pueda iniciar sesión en el móvil de un amigo, esta app te avisará cada vez que su cuenta de Google inicie sesión en un dispositivo nuevo, lo que te ayudará también a protegerlo de hackeos.
- Ver la última ubicación del niño: Una última función es la que nos permite ver dónde se ha ubicado el móvil del niño por última vez. Esto sirve tanto para saber dónde está el pequeño como para encontrar el móvil en caso de extravíos.
¿Puede mi hijo saltarse las restricciones de Google Family Link?
Saltarse las restricciones de Google Family Link no es fácil, pero tampoco imposible. Aunque restrinjamos, por ejemplo, el uso de YouTube, puede que nuestros hijos puedan ver vídeos a través de enlaces que les hayan llegado por otras aplicaciones. También es posible que consigan cerrar la sesión con su cuenta de Google y acceder desde otra, de manera que se escape de nuestro control el uso que hacen, o simplemente que accedan a dispositivos con un amigo.
Aunque los controles parentales son de gran ayuda, siempre es posible saltárselos, especialmente cuando hablamos de adolescentes o de niños un poco más mayores.