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La desconfianza ante la seguridad de WhatsApp, sobre todo desde que fuera comprada por Meta (anteriormente Facebook) ha hecho que a menudo se hable de alternativas. Y Signal era una de las apps que mejor posicionada estaba para conseguirlo.

Esta herramienta ofrecía servicios muy similares, pero ponía el foco especialmente en la privacidad.

Esto hizo que llamara la atención de muchos usuarios. Sus descargas aumentaron a una velocidad de vértigo, y los medios especializados no paraban de hablar de ella. Sin embargo, el furor duró poco. Ahora, unos meses más tardes, son muy pocos los que siguen utilizando esta herramienta de manera regular. Y en este artículo vamos a intentar descifrar las causas por las que ha ocurrido.

La fuerza de la costumbre

El motivo principal por el que no hemos abrazado tanto a Signal como pudiera parecer es de lo más simple.

Y es que sencillamente estamos más acostumbrados a usar WhatsApp. Esta app está tan integrada en nuestras vidas hoy en día que cambiar y dejar de usarla nos resulta casi impensable.

Además, se produce un efecto que es como la pescadilla que se muerde la cola. Si nuestros contactos no usan Signal, no nos quedará otra que seguir comunicándonos con ellos por WhatsApp. Entonces nosotros seremos otros de esos usuarios que no usan Signal y tampoco nadie podrá comunicarse con nosotros por este medio. Es un problema al que se han enfrentado prácticamente todas las apps de mensajería.

Ya pasó años atrás con apps como Line o Telegram. Desbancar a WhatsApp implica que los usuarios cambien costumbres bastante arraigadas, algo que no resulta fácil.

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¿Realmente nos preocupa tanto la privacidad?

Signal llegaba a nuestros smartphone prometiéndonos una mejor gestión de la privacidad y la seguridad de la que podemos encontrar en WhatsApp. Pero la realidad es que esto es algo que a la mayoría de la gente no parece importarle demasiado.

Aunque obviamente tener nuestros datos bajo seguro sería lo ideal, la realidad es que vivimos en un mundo conectado en el que compartimos todo lo que hacemos sin que parezca importarnos demasiado. No tenemos problemas, por ejemplo, en mostrar en Instagram que estamos de vacaciones dejando la casa vacía.

Y como hemos comentado antes, evitar la inercia de «mandar un WhatsApp» no siempre resulta sencillo. Entonces vemos como tendríamos que modificar esa costumbre para ganar una seguridad a la que no prestamos prácticamente ninguna atención en otras redes sociales. Cosa que la mayoría de los usuarios no hace. De forma que las mejoras de privacidad de Signal no resulten especialmente atractivas para el gran público.

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El futuro de Signal

Tras no haber conseguido desbancar a WhatsApp, el futuro de Signal se presenta bastante incierto. De momento, como ha anunciado la propia app en su blog, ha retirado el soporte para SMS, en lo que parece ser el primer pequeño paso atrás de la compañía.

Signal ha vendido este cambio como una forma de dejar de hacer esfuerzos en ofrecer nuevos servicios para centrarse en aportar más opciones de privacidad. De momento, los usuarios que tuvieran esta herramienta como app predeterminada para recibir mensajes de texto en Android tendrán que buscar una alternativa.

Si este pequeño cambio es solo un paso atrás para coger impulso o es el principio del fin para la aplicación es algo que tendremos que esperar un poco más para saberlo.

Cabe la posibilidad de que desaparezca como tantas otras o de que conviva con WhatsApp del mismo modo en que lo hace Telegram. Lo que parece poco probable es que llegue a ser una verdadera competencia para la herramienta de Meta como aspiraba en un primer momento.