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El Traductor de Google es probablemente una de las herramientas más potentes para hacer traducciones online. A día de hoy, cientos de estudiantes y de profesionales lo utilizan casi cada día para comprender textos en otros idiomas o incluso para escribir los suyos.

Pero muchas veces las traducciones que hacemos con él terminan dejando mucho que desear. Por lo tanto, es recomendable tener en cuenta algunos pequeños trucos para conseguir que nuestras traducciones funcionen perfectamente y no tengamos fallos imprevistos.

No introduzcas textos demasiado largos

Cuanto más largo sea un texto, más probabilidades hay de que el Traductor de Google tenga algunos fallos. La traducción suele ser mucho más eficaz cuando lo que introducimos en la cajetilla del traductor son frases sueltas o incluso palabras, a modo de diccionario.

Así, lo de tener que hacer una redacción para el instituto y hacerla primero en español y copiar y pegar no suele dar buenos resultados. Es preferible que vayamos introduciendo una a una las ideas que tengamos en la cabeza y posteriormente las vayamos uniendo.

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Consulta las diferentes traducciones

Cuando buscamos una palabra en el Traductor de Google, lo primero que nos aparece es la traducción más habitual. Sin embargo, hay veces que el sentido más común de una palabra no es el que necesitamos en nuestra traducción. Por ello te recomendamos que eches un ojo a la parte inferior de la cajetilla principal. Allí podremos encontrar otras traducciones para esa misma palabra, e información sobre los contextos en los que se utiliza. De esta manera podrás saber cuál es la que necesitas en ese momento sin necesidad de buscar más.

Usa la función de diccionario

Desde hace un tiempo, el Traductor de Google incluye también una opción de diccionario. Así, cuando introducimos una palabra para traducirla podremos encontrar en la parte inferior la definición de dicha palabra en el diccionario, así como ejemplos de oraciones en las que se utiliza. Esto puede sernos muy útil para hacer una traducción efectiva, puesto que tendremos a mano todas las acepciones de la palabra y podremos elegir mejor la traducción que necesitamos en cada momento. Además, si lo que necesitas es simplemente entender un texto en otro idioma es fácil que solo con leer la definición de la palabra ya sepas todo lo que necesitas.

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Utiliza la cámara para textos largos

Cuando queremos traducir un texto muy largo es fácil que nos comamos alguna palabra, o que escribamos alguna de manera incorrecta. Para evitar problemas con esto, lo ideal es que usemos la función de la cámara, que nos permite traducir directamente un texto haciéndole una foto. Así nos aseguramos que no tendremos ningún error al escribir que pueda hacer que nuestra traducción quede incorrecta.

Consulta la pronunciación

Si vas a usar de forma oral la traducción que hayas hecho, es importante que pronuncies correctamente las palabras realizadas. Para esto influye el conocimeinto que tengas del idioma, pero el Traductor de Google puede serte también de bastante ayuda. Así, una vez que tengas la palabra en el idioma que desees, solo tienes que pulsar en el icono con un altavoz que encuentras al lado. Escucharás la pronunciación exacta de la palabra, y ya solo tendrás que practicar hasta que tu pronunciación sea tan buena como la que encuentres.

Busca palabras concretas

Si has traducido un texto completo y hay alguna palabra que necesites saber en concreto, solo tienes que pulsar encima de dicha palabra en la caja de traducción. De esta forma, podrás ver la traducción concreta de ese término. Así, si no solo necesitas saber lo que dice una frase sino también cada una de las palabras por separado, podrás hacerlo de forma sencilla para que tu traducción sea más efectiva.