Trump fue claro: si TikTok y otras aplicaciones de origen chino no eran vendidas a compañías norteamericanas tendrían que dejar de operar en Estados Unidos el pasado día 20 de septiembre. Pues bien, tanto TikTok como WeChat, las más famosas en sufrir este veto, se han librado por el momento y siguen disponibles para su descarga tanto en Google Play Store como en la App Store en el norte del continente americano. Aunque el reloj sigue su cuenta atrás sobre ellas.
Ha sido un acuerdo in extremis por parte de ByteDance, actual propietaria china de TikTok, lo que ha permitido que la aplicación de vídeos más famosa del momento se salve de la ira y las medidas de Trump. Así, aunque el trato era que la mayor parte de la empresa que forma TikTok fuera norteamericana para el día 20, ByteDance ha conseguido una prórroga al confirmar un preacuerdo de venta del 20% de la compañía a Oracle y Walmart. Ambas, empresas estadounidenses. Con lo que la nueva fecha límite queda situada para el 27 de septiembre. Si para entonces no se cumple el mandato de Trump, la aplicación quedará completamente vetada en Estados Unidos.
TikTok, a punto de ser una empresa estadounidense
De memento TikTok está siendo troceada y vendida por partes para salvar su funcionamiento y evitar los vetos y limitaciones en Estados Unidos. El plan ya está en marcha, pero se está llevando a cabo a contrarreloj para no sufrir cortes. Así, antes del próximo 27 de septiembre debe ser efectivo el traslado de TikTok de China a Estados Unidos.
Según el periodista Alex Sherman, de CNBC, TikTok quedaría repartido de la siguiente manera. Oracle, que albergaría los contenidos de TikTok en la nube, se haría con un 12,5%. Un 7,5% se quedaría en manos de la cadena de supermercados Walmart y ByteDance estaría en propiedad del 80% restante. Eso sí, un 40% de esa propiedad china viene directamente de fondos de inversión de capital estadounidense, con lo que la mayoría de las acciones y propiedad de TikTok sería finalmente de empresas de Estados Unidos, aunque ByteDance siga más que presente en la ecuación.
So the ownership of TikTok Global will be, according to a person familiar with the matter:
Oracle – 12.5%
Walmart – 7.5%
ByteDance – 80% …But 40% of ByteDance’s ownership is US venture capital funding. That’s how the Trump admin is calculating this deal as “majority US $”
— Alex Sherman (@sherman4949) September 20, 2020
Pero ojo, que eso no es todo. Ahora ByteDance ha anunciado que TikTok Global, la nueva compañía creada por la parte norteamericana de TikTok, lanzará una oferta pública de acciones. Según EFE, esta medida se llevará a cabo para mejorar su estructura empresarial y transparencia.
#EFETV | Bytedance anuncia que #TikTok Global lanzará una oferta pública de acciones. pic.twitter.com/G3bFgP1W1j
— EFE Noticias (@EFEnoticias) September 21, 2020
También se sabe que el objetivo de ByteDance para transformar TikTok en una empresa norteamericana pasa por llevar la sede de la red social a aquel país. Algo que, según sus cuentas, creará hasta 25.000 puestos de trabajo. Además, hará uso de la infraestructura de la nube de Oracle para albergar los contenidos de los usuarios de TikTok. Con lo que todo quedaría en “casa”. Junto a ello, la junta directiva estará formada por cuatro estadounidenses. Suficientes medidas para que el gobierno de los Estados Unidos dé el visto bueno a la transacción y el funcionamiento de la red social. Sin limitaciones ni vetos. Claro que para ello tendrá que llegar a tiempo al 27 de septiembre con todas estas medidas.
De momento, TikTok se salva de la quema en Estados Unidos gracias a este gesto. O, al menos, ha ganado una semana más de vida antes de que se lleve a cabo el veto. Algo que parece que quieren evitar en la medida de lo posible desde ByteDance.
Por su parte, WeChat ha conseguido evitar el veto gracias a la disidencia de un juez californiano, que ha echado por tierra la prohibición de Trump. Su argumento es que la decisión iría en contra de la primera enmienda a la constitución del país, que permite la libertad de expresión. Algo que les hará ganar tiempo pero que puede ser ratificado por el gobierno de los Estados Unidos.