Al usuario de a pie se le esbozó una sonrisa en la cara y las operadoras telefónicas se echaron a temblar. Hace ya una década de la aparición de una de las aplicaciones que más ha cambiado la forma de comunicar que tenemos entre nosotros. Es tal el cambio que ha supuesto en cada uno de nosotros que, antes que llamar por teléfono, usamos WhatsApp. ¿Para qué molestarnos en hacer una llamada, con el consiguiente gasto, cuando podemos mandar un mensaje de texto ‘gratis’ o un audio con nuestra voz, también ‘gratis’? Y sí, entrecomillamos ‘gratis’ porque, efectivamente, cuando el servicio es gratis… el producto eres tú.
10 años dan para mucho. Desde un servicio que comenzó siendo de pago (cuota única e inicial para iOS, mensual para Android) y en el que solo podíamos enviarnos y recibir mensajes de texto, hasta todo un sinfín de posibilidades, entre las que se encuentra la decisión, un tanto polémica, de acercar el servicio de mensajería a los modos y formas de una red social con la aparición de las Stories propias, llamadas ‘Estados’. Y como una década da para mucho, nos hemos liado propuesto marcar diez momentos de WhatsApp que marcaron su historia para siempre, diez hitos que conformaron el servicio que ya hoy usan más de mil millones de personas en todo el mundo cada mes.
Diez años de WhatsApp, diez momentos únicos de su historia
24 de febrero de 2009. Nace WhatsApp
Fue un inmigrante ucraniano llamado Jan Koum quien funda WhatsApp, Inc. en 2009. Antes había sido director de operaciones de la plataforma Yahoo! Al principio, la aplicación consistía meramente en informar al usuario de cuándo un contacto de su agenda telefónica estaba disponible para hablar. Primero apareció en BlackBerry y, a continuación, en iOS para iPhone. El usuario podía programar ‘estados’ en los que avisaba poder estar disponible para una charla. En diciembre de este mismo año ya aparece la posibilidad de poder enviar vídeo y foto a los usuarios.
2010. Se habilita el servicio de geolocalización
Entre los millones de mensajes que enviamos cada día a través de ellos muchos de ellos para poder comunicar a la otra persona dónde nos encontramos. ‘Estamos en este bar, vente’ y ahí que mandamos nuestra localización. Posteriormente, se habilitó la función de la localización en vivo, algo muy útil para cuando necesitábamos tener controlados a nuestros hijos o mayores. La localización en vivo permite seguir en tiempo real la localización de una determinada persona.
2011. Aparecen los grupos por primera vez
Terror y pánico. Uno de los mejores servicios que ha podido traer WhatsApp. Nos encontramos en esta dicotomía. ¿Cómo puede ser útil y agobiante una misma función? Pues prueba a estar en un grupo de trabajo, un sitio en el que debemos estar por obligación y, a la vez, nos aterran sus notificaciones. Cuñados, familiares, padres de hijos… grupos para todos los gustos y colores, espacio en el que más memes e imágenes intrascendentes se comparten.
2013. Llegan los mensajes de voz
‘Tranquilo que luego te mando un audio’ o ‘¿por qué no me llamas en lugar de mandar tantos audios? o ‘Eso es cosa de millenials’. Los audios han hecho que mucha gente deje de llamar por teléfono. Son cómodos, pueden durar hasta 15 minutos y facilitan mucho la comunicación para cuando no podemos escribir. Los audios llegaron a WhatsApp y se convirtieron en la forma de comunicación preferida por los millennials. Si tienes a gente joven en WhatsApp sabrás a lo que nos referimos.
Además, en este año se alcanzan los mil millones de mensajes enviados a través de la aplicación.
2014. Llega la confirmación de mensajes leídos
‘No me has contestado al mensaje, sé que lo has leído’, una de las frases que más miedo nos puede dar a cualquier usuario de WhatsApp y lo que muchos consideran un atentado contra la privacidad. Si envías un mensaje y aparece un doble check, es que el destinatario lo ha recibido. Si cambia a color azul, es que lo ha abierto. Y si no recibes respuesta se puede considerar una afrenta. Menos mal que WhatsApp facilitó el deshabilitar esta opción para todos aquellos que desean responder cuando les viene en gana.
En 2014, además, WhatsApp es comprada por Facebook y alcanza los 500 millones de usuarios activos.
2015. WhatsApp Web
Por fin, el usuario podía usar WhatsApp en su PC… aunque con limitaciones. Simplemente, teníamos una réplica de la aplicación en nuestro ordenador, teniendo que enlazar el móvil con el navegador web y teniéndolo que usar, por obligación, si queríamos usarlo en pantalla grande. Una herramienta que todos esperábamos y que, a día de hoy, sigue actualizándose aunque todos esperamos que se acerque más a lo que encontramos en la propia de Telegram.
2016. Mensajes encriptados y videollamada
El cifrado de extremo a extremo hace acto de aparición para fortalecer la seguridad de los mensajes enviados a través de la herramienta. Con esta función se asegura que lo que se envía sea leído solo por ti y por la persona que lo recibe. Los mensajes se aseguran con una clave cifrada y solo tú y tu interlocutor sois capaces de acceder a ella. Aparecen también por vez primera las videollamadas para hacer frente a Facetime. Y se alcanzan los mil millones de usuarios cada mes.
2017. el año de los ‘Estados’
Se lió una buena con los estados. Donde antes era una simple frase para comunicar algo sencillo se convierte en un vídeo o fotografía efímera que emula a las Stories de Instagram. Muchos vieron con recelo este movimiento, sobre todo después de la compra de WhatsApp por parte de un emporio dedicado a las redes sociales y que ya poseía Facebook e Instagram.
2018. Llegan los ‘stickers’ y las llamadas en grupo
Los usuarios venían reclamando pegatinas para compartir en WhatsApp, como ya tenían en Telegram, así que por fin hicieron acto de aparición. Como novedad, aparecen también las videollamadas en grupo, que facilitan la comunicación de hasta cuatro personas a la vez en formato vídeo. Además, WhatsApp llega a los mil millones y medio de usuarios que usan la aplicación. Casi nada.
2019. WhatsApp cumple 10 años
¿Cuáles serán las novedades que encontraremos en la década siguiente?
Vía | WhatsApp
