Durante un tiempo vivimos obsesionados con Pokémon GO. Ahora estamos sumergidos en plena fiebre Fortnite. Pero, ¿quién se acuerda de Angry Birds? Empezamos a jugar con los pajarillos cabreados allá por 2009. Se había desatado un fenómeno que pasó de los teléfonos móviles de entonces a la gran pantalla de cine. Porque sí, los creadores de Angry Birds hasta tuvieron tiempo de hacer una película.
En 2012 Angry Birds se coronó como el juego más exitoso de la historia de los móviles, tras conseguir nada más y nada menos que más de mil millones de descargas. Así, lo que empezó como un inocente juego para el móvil, terminó convirtiéndose en un verdadero fenómeno de masas.
Así, además de dar a conocer varias versiones del juego y de estrenar una película en los cines, Rovio consiguió crear un verdadero universo de objetos alrededor de la marca. El merchandising de Angry Birds lo inundaba todo: se fabricaron peluches, gorras, llaveros, tazas, ropa, cómics y hasta galletas con forma de las populares aves rabiosas.
Casi diez años después de que estallara ese fenómeno, Rovio ha presentado unos resultados económicos a la baja. ¿Qué le ha sucedido a Angry Birds?
Caen un 6,7% los beneficios de Rovio
El estudio finlandés que está detrás de Angry Birds, Rovio, ganó 12,4 millones de euros en el primer semestre del año, un 6,7% menos que en el mismo periodo del año anterior. La facturación de la compañía alcanzó 137,5 millones de euros, lo que supone un 9,9% menos que en 2017.
La caída se ha manifestado especialmente en los ingresos por licencias que ha obtenido la marca, hasta 15,4 millones de euros, tras el estreno de la película Angry Birds. En el segundo trimestre, Rovio ha contado con un beneficio neto de 5,2 millones de euros, lo que representa un 46,4% menos que un año antes, después de haber registrado un caída del 16,8% en la facturación, hasta los 71,8 millones de euros.
El único dato positivo que ha señalado Rovio en su informe es el correspondiente a la facturación entre abril y junio, con un incremento del 6,4%, hasta llegar a los 61,3 millones de euros y un crecimiento del 44% en las contrataciones de Angry Birds 2. En ese punto se registró una cifra récord de de 29,7 millones de euros.
De momento, la marca se muestra optimista por la cifra de usuarios diarios y mensuales, que mejoró un poco respecto en el segundo trimestre. Al menos, la cifra de usuarios de pago alcanzó la cifra récord de 581.000. Además, la compañía ha conseguido la concesión de licencias para The Angry Birds Movie 2, con contratos con marcas como Pez, Crocs o Chupa Chups.
La época dorada de Angry Birds
Es evidente que la época dorada de Rovio ya pasó. Después de su estallido en 2009, el éxito desmesurado de la compañía duró unos años más. Entonces, en Espoo (Finlandia), que es donde Rovio sigue conservando sus oficinas, se contrataron muchos más empleados y las oficinas eran un verdadero paraíso, relleno de aves y cerdos decorando las estancias.
Los ingresos se triplicaron y el número de empleados pasó de 28 a 224. Casi nada. Poco después se llegaron a los mil millones de descargas, pero Rovio no solo se quedó en los móviles. Los pajarillos enfadados ya no lo estaban tanto y aparecieron en la gran pantalla, en dibujos animados, en cuentos infantiles y en juegos de todo tipo. Aprovecharon el paso del cometa o de la suerte hecha descargas.
En unos años, y después de esa época dorada, la aplicación cayó en picado en los rankings de descargas de Google Play y la App Store. En 2014 anunciaron una serie de recortes importantes, entre los que hay que mencionar una reducción del 16% de la plantilla de ese momento, esto es, 130 empleados.
En ese momento, sus responsables se justificaron, explicando que habían creado un equipo con una hipótesis de crecimiento muy superior a lo que finalmente se había materializado. Y que por tanto, ‘habían tenido que simplificar’.
Esto solo revela algo muy importante: no siempre se puede estar en la cresta de la ola. Ahora la pregunta se hace inevitable, ¿les ocurrirá lo mismo a los desarrolladores de Fortnite o Clash Royale?