Cómo convertir al clásico juego de Super Mario en un infierno

Durante las reuniones que precedieron al visto bueno del lanzamiento del mítico Mario Bros no se escuchó nada de lo que a continuación te relatamos. Seguro. 100%.

«Vamos a sumergir el mundo de Super Mario bajo el agua. O mejor no, mejor hagamos que ese mismo mundo esté situado, en realidad, en la luna y no haya gravedad. Y claro, Mario debería ser selenita, para ir sin escafandra y sobrevivir. Sí, los controles van a ser un poco complicados, pero qué más da, nadie dijo que fuese a ser un juego fácil.»

Super Mario Gelatina al ataque

Y no se escuchó porque, en un juego de plataformas, sobre todo si quieres hacerlo jugable, los movimientos de los personajes han de ser muy precisos y sencillos. La respuesta de los controles a la pulsación de dedos en el mando debía ser precisa y calculada. Si al jugar a un videojuego de plataformas la mecánica de movimientos pasase a ser algo insufrible, lo dejaríamos por imposible al cabo de un rato. Y si Mario triunfó fue, precisamente, por su tremenda jugabilidad y equilibrada dificultad.

El desarrollador Stefan Hedman ha querido imaginar Super Mario si, en la hipotética reunión descrita al principio, todos le hubiesen dicho que sí a su descabellada idea. Y lo mejor de todo es que podemos jugar a su particular versión, desde el PC y un navegador, usando las flechas como controles de este peculiar Mario Flotante. Ha querido llamar a su adaptación ‘Jelly Mario’. Y Jelly, en inglés, significa ‘gelatina’. Presten atención al tuit donde se presentaba este curioso experimento.

Con ‘Jelly Mario’ podrás revivir las dos primeras fases del juego de Mario Bros. pero de una manera un tanto peculiar y desquiciante. Como salido de una pesadilla, los controles nunca harán honor a su nombre y tendrás que conformarte con ver a un Mario volátil, chocando delicadamente contra las tuberías y los ladrillos sin otra cosa más que hacer. La música irá acompañando a los movimientos, desafinada y enervante. Y todo en este mundo es de gelatina, hasta las tuberís. Con suerte, podrás superar la primera pantalla. Nosotros no hemos sido capaces.