Durante las reuniones que precedieron al visto bueno del lanzamiento del mítico Mario Bros no se escuchó nada de lo que a continuación te relatamos. Seguro. 100%.
«Vamos a sumergir el mundo de Super Mario bajo el agua. O mejor no, mejor hagamos que ese mismo mundo esté situado, en realidad, en la luna y no haya gravedad. Y claro, Mario debería ser selenita, para ir sin escafandra y sobrevivir. Sí, los controles van a ser un poco complicados, pero qué más da, nadie dijo que fuese a ser un juego fácil.»
Super Mario Gelatina al ataque
Y no se escuchó porque, en un juego de plataformas, sobre todo si quieres hacerlo jugable, los movimientos de los personajes han de ser muy precisos y sencillos. La respuesta de los controles a la pulsación de dedos en el mando debía ser precisa y calculada. Si al jugar a un videojuego de plataformas la mecánica de movimientos pasase a ser algo insufrible, lo dejaríamos por imposible al cabo de un rato. Y si Mario triunfó fue, precisamente, por su tremenda jugabilidad y equilibrada dificultad.
El desarrollador Stefan Hedman ha querido imaginar Super Mario si, en la hipotética reunión descrita al principio, todos le hubiesen dicho que sí a su descabellada idea. Y lo mejor de todo es que podemos jugar a su particular versión, desde el PC y un navegador, usando las flechas como controles de este peculiar Mario Flotante. Ha querido llamar a su adaptación ‘Jelly Mario’. Y Jelly, en inglés, significa ‘gelatina’. Presten atención al tuit donde se presentaba este curioso experimento.
First part of level 1-2 is now available on https://t.co/X3NY9G3RX6! #jellymario #webgl #gamedev #indiedev #pixelart pic.twitter.com/KAEDxpCxst
— Trunk-based Crusader (@schteppe) April 7, 2018
Con ‘Jelly Mario’ podrás revivir las dos primeras fases del juego de Mario Bros. pero de una manera un tanto peculiar y desquiciante. Como salido de una pesadilla, los controles nunca harán honor a su nombre y tendrás que conformarte con ver a un Mario volátil, chocando delicadamente contra las tuberías y los ladrillos sin otra cosa más que hacer. La música irá acompañando a los movimientos, desafinada y enervante. Y todo en este mundo es de gelatina, hasta las tuberís. Con suerte, podrás superar la primera pantalla. Nosotros no hemos sido capaces.