No solo ha dado quebraderos de cabeza al mismísimo PewDiePie, también ha protagonizado su propio vídeo viral. Y es que HammerMan: Get over this ha sido toda una sensación en el ámbito del entretenimiento electrónico. Se trata de uno de los videojuegos de habilidad más complicados de los últimos tiempos, y del más frustrante. Sin embargo, ha conseguido hacerse un hueco entre tanto Clash Royale y Fortnite. Ahora cuenta con una versión para móviles Android del juego original para ordenadores, Getting over it, con la que disfrutar de él en cualquier momento y lugar. Y encima es gratuito.
Se trata de un juego de habilidad de lo más extraño, y es que tanto el planteamiento como el personaje principal y su mayor poder son realmente raros. Hablamos de un hombre que se desplaza dentro de una vasija, sin piernas ni ruedas. Tan solo un hombre en una vasija con un gran martillo y una fuerza sobre humana. Con movimientos de martillo el hombre y su vasija se parapetan hacia casi cualquier lugar, escalando o salvando obstáculos al girar este utensilio de forma circular. Y es que las físicas del juego son más o menos realistas (el protagonista apenas articula los codos), permitiendo hacer fuerza y mover el conjunto del personaje gracias a hacer palanca con el martillo sobre el terreno.
El juego se distribuye únicamente a lo largo de únicamente tres niveles, una introducción y un tutorial. Eso sí, es suficiente para atarnos durante horas al móvil. Y es que, tras el tutorial y la introducción, donde se aprende a salvar los primeros obstáculos, el reto que se plantea a través del resto de niveles es poco menos que imposible. Pronto nos encontramos con travesías que requieren de una habilidad especial para ser atravesadas, o rincones que nos llevará horas superar hasta desarrollar la técnica necesaria. Sin embargo, en estas dificultades reside la diversión del título.
En cuanto a la jugabilidad, el título está realmente bien adaptado a Android. Basta con utilizar solo un dedo para mover el martillo de HammerMan: Get over this con total libertad y mucha comodidad. Un joystick digital se presta a ello en la parte derecha de la pantalla, desde aquí, con el pulgar, solo hay que deslizar el dedo circularmente para que el protagonista reproduzca el mismo movimiento con la pantalla. Si hay algún obstáculo de por medio como un barril o el propio suelo, el protagonista se ve apalancado y se desplaza. Aunque parece una locura, con algo de práctica es posible desarrollar cierta técnica para controlar el desplazamiento del personaje con mayor o menor acierto. Un punto a favor es que, a cambio de ver publicidad, podemos guardar nuestra última posición para continuar desde aquí en la próxima partida.
A partir de aquí, solo queda completar los niveles, que se desarrollan en un mapeado algo loco lleno de acantilados, edificaciones medio derruidas, pozos y toda clase de salientes. La misión es alcanzar el final del recorrido, aunque la tarea puede ser casi imposibles. La técnica de prueba y error acaba siendo la mejor profesora para moverse con el martillo por estos rincones. El tiempo que inviertas en dominar la técnica solo depende de ti.
Un juego viral
HammerMan: Get over this (en realidad Getting over it) ha destacado en las últimas semanas gracias a diferentes youtubers de videojuegos que han decidido probar suerte. Es el caso de PewDiePie, con el que es posible echarse unas risas mientras se parapeta como HammerMan. El juego es difícil, pero la simpatía de este youtuber ayuda a que el tedio de repetir una y otra vez la misma parte del mapeado resulte entretenida. El resultado es hilarante.
Tampoco ha pasado desapercibido el vídeo viral de un youtuber que, a buen seguro, ha conseguido algún tipo de record mundial jugando a Getting over it. Y es que, tras unas 12 horas de partida, tras alcanzar el punto más alto de uno de los niveles, su personaje acaba precipitándose hasta llegar al comienzo del nivel. Sin duda, lo peor que puede pasar en este juego. Y este youtuber lo grabó y lo compartió. Su cara es un auténtico poema en el momento en el que descubre que ha fallado y todo el tiempo invertido no ha servido de nada.