Infinity Loop, puzzles relajantes e infinitos

Nuestro dí­a a dí­a es estresante. El trabajo, organizar la casa, los amigos, facturas qué pagar, y mucho más. Por eso, a veces necesitamos un parón para descansar. No, esto no es un anuncio de Kit Kat. Lo que queremos es hablaros de Infinity Loop, un juego de puzzles para vuestro iPhone o teléfono Android.

Ya está la cosa suficientemente mal para que encima nos pongamos a jugar a un juego que nos estrese más. Aquí­ no encontraréis nada de eso. Tan sólo un eterno y sencillo infinito de puzzles.

Puzzles cerrados

En infinty loops nos ofrecen figuras desmontadas que tenemos que ir girando para crear figuras circulares, que siempre tienen que estar cerradas para que el puzzle se termine. De fondo, una música que se asemeja al sonido blanco y sólo los clicks de cada movimiento. Nada más.

Aquí­ no hay contador del tiempo. Podemos tardar todo lo que queramos. Lo cierto es que cuando empezamos, estos puzzles nos hacen dejar de pensar. Sólo tenemos que dar vueltas a las piezas hasta lograr una bonita figura cerrada.

infinity loops
Un ejemplo de los dos modos de juego en Infinity Loops.

Modo oscuro

El juego tiene su propio reverso tenebroso. Se llama el modo oscuro, y podemos acceder a él en cualquier momento. Da igual si tenemos otro puzzle a mitad, ése puede esperar. En el modo oscuro, las figuras son rectilí­neas, no circulares, y nuestro objetivo no es cerrar una figura, sino abrirla. Hasta que no hemos conseguido que todas las piezas estén separadas una de otra, el puzzle no se termina.

Publicidad

La versión gratuita de Infinty Loops incluye publicidad, pero acorde con el juego, es de todo menos invasiva. Tras completar varios puzzles, la app nos pondrá un breve ví­deo y nos dará la posibilidad de descargar otro juego. Siempre podemos declinar la invitación y seguir jugando. Si esos anuncios nos fastidian la paz interior, siempre podemos pagar 1,20 € y  comprar la versión de pago.

En general, Infinity Loops es el juego que todos los estresados necesitan para vaciar su mente un rato, dejando que las piezas lentamente vayan encajando.