¿Habías oído hablar del término Trifecta? Es una palabra que en hípica hace referencia a la apuesta en la que se deben acertar los tres caballos que quedarán en primera, segunda y tercera posición. Sin embargo, si lo llevamos al mundo de los videojugos, más concretamente a Clash Royale, nos encontramos con un deck o mano de lo más devastador sin necesidad de utilizar cartas legendarias. Eso sí, es necesario saber cómo utilizarlas para sacar su máxima rentabilidad. Aquí te lo explicamos en detalle.
La idea del deck Trifecta es muy sencilla. Lo primero es construir una mano con recolectores, sumar la valkiria, la mosquetera y el cañón como cartas de defensa, y al montapuercos, el veneno y los esqueletos como fuerza ofensiva. Este es el esquema general de una mano realmente sencilla teniendo en cuenta que son cartas accesibles, y cuya efectividad en conjunto puede acabar con muchas torres enemigas. Ahora vamos a ver cómo aplicarlos.
Como siempre, adaptarse a la situación que se plantea en cada momento es la mejor opción a la hora de usar una buena mano de cartas. Así, cada enemigo nos forzará a utilizar unas u otras cartas primero, siempre dependiendo de las cartas que tengamos disponibles, pero manteniendo en la cabeza la idea de la Trifecta: unas cartas ofrecen apoyo, otras son defensivas y otras ofensivas.
Dicho esto, lo ideal es colocar lo antes posible un recolector de elixir que nos ayude a incrementar la cantidad de este material para tener acceso a las cartas lo antes posible en todo momento. Tras ello, la actitud defensiva correrá de mano de la valkiria y la mosquetera. De esta forma podremos hacer frente a los posibles envites enemigos mientras recargamos nuestra barra de elixir.
Si todo va bien, nuestra defensa aguantará el envite gracias a la fuerza de la valkiria y a la potencia de fuego de la mosquetera. Eso sí, siempre que sea necesario, habrá que usar cartas de apoyo como el cañón o los esqueletos. Una vez que el ataque ha sido repelido, y con las figuras que aún quedan en pie marchando contra el enemigo, es el momento de atacar. Es entonces cuando el montapuercos gana toda su importancia, cargando directamente contra las torres enemigas.
Si se consigue aunar la potencia de varias de estas figuras, el combo es devastador, aunque todo ello dependerá de la capacidad de reacción del enemigo. Para evitar darle tregua, cartas como el veneno pueden hacer mermar sus defensas mientras el montapuercos hace su trabajo. Si otras tropas enemigas se suman para tratar de parar nuestro ataque, los esqueletos y más mosqueteras pueden ayudar a que la brecha sea más grande y derribar la torre.
Eso sí, al no contar con cartas legendarias, este deck debe alimentarse con mucha técnica y experiencia por parte del jugador. Y es que, aunque funcional, hay que saber qué carta usar en cada momento, jugando siempre a la defensa y el ataque cuando toca.