Si eres un jugador más o menos experimentado de Clash Royale, deberías saber que los combos y un modo de juego adaptable a cada situación y a cada oponente son la clave para triunfar. Y es que tener cartas legendarias está muy bien, pero saber cuáles combinan su fuerza y destreza de mejor modo es vital. Algo que el Pekka y el doble príncipe hacen a la perfección. Una fuerza bruta ofensiva que acaba con soldados, hechizos y torres casi sin freno. Casi”¦
Y es que existe una fórmula para acabar con esta letal combinación. El truco, como el dicho clásico, consiste en dividir para vencer. Algo que se puede lograr con cartas sencillas envolventes y mucha maña. De esta forma, una vez que se ha distraído la atención de estas dos potentes cartas, solo hay que contar con la energía y la fuerza ofensiva suficiente para acabar con los personajes por solitario. Algo mucho más sencillo y probable, y que solo requiere de cartas habituales como los esbirros o los duendes y el cañón la torre infernal.
Divide y vencerás
Con lo dicho en mente, solo hay que tratar de amoldarse a la situación que se dé en cada momento. Por lo general, el combo Pekka + doble príncipe suele producirse con el lanzamiento del primero y, poco después, el segundo. El doble príncipe cuenta con un envite ágil que permite cargar rápidamente contra cualquier oponente. Algo que podemos utilizar a nuestro favor si tenemos suficiente maña y agilidad mental.
La idea es entretener y herir al Pekka con alguna de las cartas fijas como el cañón o la torre infernal. Algo que permite distraer la atención de este personaje y acabar con bastante porcentaje de su vida. Para ello es posible colocar una de estas cartas en el centro del campo o junto a uno de los caminos al lado del Pekka.
Mientras tanto, no hay que perder de vista al doble príncipe, y mucho menos permitirle que se acerque al Pekka o al objetivo que el contrario tenga previsto atacar. Es por ello que el lanzamiento de esbirros o duendes puede ser clave para llamar la atención. Y es que pueden ser lanzados para llegar al área de influencia del doble príncipe para separarlo del Pekka y perder así la fuerza de ataque inicial. Sobre todo en el caso de los esbirros que, con su condición voladora, no precisan de un puente para llegar al otro campo.
Lo mismo ocurre si el contrincante refuerza su combo con otras cartas que dan soporte. Lo primero será acabar con ellas y, después, tratar de separar el combo.
Una vez separados no hay que bajar la guardia. Son más fáciles de derrotar, pero hay que derrotarlos. Si se ha conseguido dividir sus fuerzas, el resto de cartas, sobre todo las envolventes, pueden mantener su atención alejada de nuestras torres y restar vida a estas unidades. Así hasta acabar con el ataque que, en principio, es casi inexpugnable.
Eso sí, hay que aprender a colocar sobre el tablero las cartas del cañón o la torre infernal para conseguir distraer al Pekka y saber cómo lanzar los esbirros y duendes, así como otras cartas lo suficientemente cerca del doble príncipe, pero llamando su atención para alejarlo de su compañero. Algo que solo la práctica puede otorgar.