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Era de esperar que la fama de Snapchat hiciera surgir cientos de clones que copien e imiten sus mecánicas tras el éxito conseguido por esta aplicación de mensajerí­a efí­mera. Pues bien, Snow es una de esas alternativas. Lo interesante es que, lejos de ser una copia barata, resulta una aplicación de comunicación realmente digna y completa. De hecho, cuenta con más contenidos que Snapchat para satisfacer a los usuarios más exigentes en lo que a máscaras virtuales se refiere.

Snow es una aplicación de mensajerí­a muy similar a Snapchat. Así­, plantea la grabar ví­deos y tomar capturas para compartir con amigos, ya sea mediante un chat en privado, o añadiendo estos contenidos a la historias. Esta historia permanece en activo durante 24 horas, eliminando después todo rastro de lo compartido. Algo similar sucede con las fotos sencillas, que permiten activar un temporizador de autodestrucción. Una vez que pasa dicho tiempo, que va desde uno a diez segundos, la foto desaparece para siempre.

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Hasta aquí­ ninguna novedad. Pero es en las opciones de edición donde Snow sorprende y sobrepasa la oferta de Snapchat. Y es que cuenta con muchas más máscaras y elementos para colocar sobre el rostro del usuario. Elementos de Realidad Aumentada que permiten transformar los rasgos de la persona que capta la cámara o, al menos, decorarlos con toda clase de elementos. Una colección ingente para personalizar la escena.

Basta con pulsar sobre el icono de la carita y navegar por las diferentes colecciones. Al ser una biblioteca tan amplia de elementos, muchos de ellos cuentan con el icono de una flecha hacia abajo, remarcando el hecho de que han de ser descargados para utilizarlos en la aplicación. Solo hay que pulsar sobre el deseado para llevar a cabo el proceso y, una vez descargado, colocarlo sobre el rostro. Snow se encarga de reconocer los rasgos del usuario y colocar la máscara o el elemento de que se trate en el lugar correcto.

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Desde unas sencillas gafas burlonas sobre los ojos, hasta transformarse en una fresa que, al abrir la boca, vomita más fresas. Todo ello pasando por cuestiones intermedias como ser un adorable perrito que juega con un hueso, transformar los rasgos para agrandar la boca, hacer llover toda clase de elementos, y un larguí­simo etcétera más. Incluso hay pequeños personajes dispuestos a animar la escena junto al rostro del usuario. Como ya sucede en Snapchat, estas máscaras y elementos pueden activarse al abrir la boca o levantar las cejas. Además, se mueven allá donde vaya el usuario. Todo ello para conseguir snaps de lo más graciosos y llamativos.

En definitiva, una aplicación que copia con cierto descaro a Snapchat, pero que mejora su fórmula al contar con una grandí­sima colección de elementos llamativos para colocar sobre el rostro. Una opción para quienes las lentes de Snapchat le sepan a poco. Lo mejor es que Snow es una aplicación completamente gratuita. Se puede descargar tanto para Android a través de Google Play Store, como para iOS mediante la App Store.