snapchat

Snapchat es la aplicación de mensajerí­a de moda. Y no sólo entre los más jóvenes, que sí­ son los más asiduos. Y es que poder enviar fotografí­as y ví­deos que desaparecen al poco tiempo permite hacer muchos usos de esta aplicación: desde el sexting (enví­o de contenido pornográfico), hasta juegos, interacciones y mucha socialización. La clave está en cómo se utilice. Sin embargo, existen algunos trucos para convertirse en todo un snapchatter. Éstos son:

Crea historias para atrapar a la gente

Usar Snapchat de forma habitual para comunicarte con amigos está muy bien. Pero lo realmente interesante para crecer en esta aplicación es poder atraer a más personas. Esto es posible si se ofrece contenido público interesante. Es ahí­ donde entran en juego las historias. Estos canales, donde recopilar todos y cada uno de los snaps de las últimas 24 horas, son la ví­a perfecta para enganchar a otros usuarios a nuestras cuentas. Opina sobre algún tema, sé gracioso, ofrece dibujos bonitos, sé creativo utilizando los stickers y pegatinas o emoticonos… Si el contenido es interesante, los seguidores comenzarán a llegar y las reproducciones aumentarán en número.

Sé único

Como toda red social, el valor que te distingue es el que mejor te puede servir para triunfar en Snapchat. Ser monotemático limitará tu audiencia, pero los hará más fieles. Una marca de identidad conseguirá que, con el tiempo, los seguidores y amigos se sientan identificados y vuelvan a por más. No temas en mostrarte tal y como eres (no estamos hablando de desnudos literales ni integrales), al fin y al cabo estos contenidos acaban desapareciendo.

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Aprovecha todos sus recursos

En Snapchat puedes dibujar con una gran cantidad de colores. Aprende a cambiar de tono con solo deslizar el dedo por la pantalla. También puedes ajustar las pegatinas y emoticonos a elementos móviles de tus snaps, algo que queda realmente vistoso y puede marcar tus contenidos. Aprende a utilizar los dobles filtros al pulsar con un dedo en la pantalla y deslizar otro para alternar aspectos. Crea dibujos únicos al agrandar hasta el extremo los emoticonos habituales. Habla al revés y reproduce el ví­deo de atrás adelante para lograr un resultado único. Cualquiera de estas cualidades puede potenciar tus historias para conseguir que llamen la atención y tu cuenta de usuario se transmita de boca a oí­do entre amigos.

Interactúa con tu público

De poco sirve tener una legión de seguidores si hay distanciamiento con ellos. Los contenidos atractivos están muy bien para hacer llegar a más usuarios, pero el fin último de Snapchat es interactuar. Tómate la paciencia de responder a sus mensajes en tus historias y, de vez en cuando, a sus mensajes privados si realmente hay algo interesante que decir. Además, puedes crear historias temáticas para incitarles a participar y a que manden sus impresiones, opiniones o respuestas. Cuestiones como crear una sección semanal de preguntas y respuestas o de interacción de cualquier tipo. Un buen ejemplo es el que lleva a cabo Bollistuff con sus miércoles de besos, donde incita a intercambiar besos y otros contenidos en su comunidad.

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Sé constante pero no cansino

A veces realizar ví­deos necesita de unos cuantos intentos y cierta inversión de tiempo. Es el precio a pagar para ser grande en Snapchat. Procura ofrecer contenido de forma constante, aunque solo sean fotos, para evitar que los seguidores te echen de menos o decidan dejar de seguirte. Ví­deos, fotos, dibujos”¦ todo vale con tal de que exista nuevo contenido disponible cuando otros acceden a Snapchat. Eso sí­, no satures a tu audiencia: varí­a tu contenido y piensa que tienen que ver otras historias. Si la tuya es demasiado larga o espesa, lo más probable es que no la reproduzcan.

Date a conocer

Por último, pero no por ello menos importante, está la difusión. Y es que en Snapchat las relaciones de amistad se traban directamente solo si se cuenta con el contacto de otra persona, ya sea en forma de número de teléfono, nombre de usuario o código QR personalizado. Así­, o esperas a que otros hablen de ti, o te ayudas de otras redes sociales como Facebook y Twitter para que aquellos que tienen una relación menos cercana acaben agregándote. No olvides que tú puedes hacer lo mismo y agregar a otros para conseguir que, con suerte, también te sigan a ti.