Una marca deportiva se hace con una famosa aplicación para deportistas. Un titular que vuelve a repetirse con la japonesa ASICS, conocida por sus zapatillas y otras prendas para el ejercicio físico, y con Runkeeper, una aplicación para corredores o runners que quieren cuantificar sus carreras y entrenamientos (también caminatas y rutas en bici). Y es que la suma de salud y tecnología está de moda, y las marcas deportivas no quieren dejar pasar la oportunidad de sacar buena tajada de ello.
La confirmación de la compra de Runkeeper por parte de ASICS llega desde ambas compañías, con sendas notas de prensa en las que se alegran de la participación de la una con la otra. Así, en Runkeeper tienen claro que las marcas deportivas ya no pueden centrarse únicamente en la creación de prendas, sino que debe acompañar al usuario en su viaje. Por su parte, ASICS cree que esta adquisición permitirá a sus clientes disfrutar de experiencias divertidas y saludables, así como de servicios que sólo pueden darse a través de la tecnología móvil actual. Y no sólo eso, confirma que utilizará los datos de su propia compañía y del servicio social FitnessKeeper para prever productos y contenidos de valor añadido a sus usuarios.
Queda poco claro, de momento, qué sucederá con las diferentes aplicaciones de Runkeeper, que ya suman media decena entre las que se destinan a mejorar la zona abdominal, desarrollar glúteos fuertes o mejorar las piernas en general. Sólo que los usuarios podrán seguir disfrutando de su experiencia y sus servicios gratuitos y de pago, sin que se haya comentado nada acerca de posibles cambios en los precios.
De la información publicada por ambas compañías no se desprende en ningún momento cuál ha sido el monto de dinero de este acuerdo. Sin embargo, puede entenderse que, más allá de potenciar la salud y experiencias deportivas de los usuarios, este movimiento tiene su sentido publicitario, como una estrategia de marketing que ayude a ASICS a vender más de sus productos. Algo muy similar a lo que ha sucedido hace pocos meses con Under Armour y Endomondo, o con Andidas y la aplicación Runtastic.
Queda claro, pues, que la tecnología móvil y la salud están consiguiendo llamar la atención de las grandes marcas de prendas deportivas, quienes ya intentaron en su día crear sus propias aplicaciones móviles. My ASICS no consiguió una gran repercusión, quizá por ello la compañía se ha visto obligada a sacar la cartera y hacerse con una de las grandes aplicaciones deportivas aún disponibles.
Ahora sólo queda ver si este acuerdo cambiará algo el funcionamiento de Runkeeper, y si su base de usuarios de 45 millones sigue creciendo gracias al potencial de ASICS, o sólo sirve como una estrategia de visibilidad para ésta. Desde luego Runkeeper cuenta con una plataforma interesante para que sus usuarios compartan datos y se motiven a mejorar, la cual podría mejorar ahora que cuenta con el apoyo económico de ASICS. Una situación que los usuarios habituales podrán comprobar en los próximos meses a falta de pistas sobre el plan de ruta de estas compañías para con sus clientes.