Con la llegada de la festividad de Halloween también ha aparecido una historia de terror de lo más inquietante y preocupante para muchos usuarios. Hablamos de Snapchat y su actualizada Política de Privacidad, donde informa a sus usuarios de cómo actúa la aplicación. Y es que los cambios sufridos desde el pasado 28 de octubre dan carta blanca a los responsables de esta herramienta de mensajería para almacenar y hacer absolutamente lo que les venga en gana con las fotos y vídeos del usuario. Sí, esos contenidos que, supuestamente, se eliminaban después de enviarlos, o tras pasar 24 horas activos en las historias. Algo que pondrá los pelos de punta a más de uno.
Y es que ahora estas Políticas de Privacidad son más amplias y libres para los responsables de Snapchat, en detrimento de la privacidad de los miles de usuarios de esta aplicación. Así, el texto declara, entre otras cuestiones, que todo lo que crea el usuario con esta herramienta pasa a ser propiedad de Snapchat. Y, por ende, puede utilizarlo en sus campañas promocionales o en la web, compartir información del usuario con terceros, y aprovecharse de estos contenidos de por vida. Eso sí, todo ello dejando como responsable legal último al usuario, pero sin ofrecerle ningún tipo de contraprestación monetaria o pago de ningún tipo. Entre otras nuevas cláusulas más.
Esto significa que, aunque el usuario establezca un tiempo límite para que otro contacto vea su foto o vídeo y después desaparezca, en realidad puede quedar almacenada en los servidores de Snapchat el tiempo que sus responsables crean oportuno. Y no sólo eso, también podría ser utilizado para cualquier publicidad o campaña de la compañía sin que el usuario perciba ningún tipo de compensación económica por ello. Y aún más. La aplicación podría no sólo utilizar sus fotos y vídeos, sino también su información de perfil, su aspecto e incluso la voz del usuario en cualquier medio.
La nueva actualización de sus Políticas de Privacidad ya ha sido lanzada para todos los usuarios. Esto implica que el uso de la aplicación otorga el consentimiento por parte del usuario a Snapchat para llevar a cabo cualquier cuestión con sus contenidos. Todo ello sin límite de tiempo, ofreciendo estos derechos para siempre. Algo que no gustará tanto a los usuarios que escogieron esta aplicación en lugar de WhatsApp u otras redes sociales por otorgar ese extra de privacidad que supone saber que los contenidos quedan eliminados para siempre.
Claro que, la realidad es bien diferente. Así, ya se ha demostrado que los contenidos creados y enviados a través de Snapchat quedan almacenados de forma oculta en el terminal del emisor, pudiendo ser recuperados. Con ello, tomar una captura de una foto o vídeo efímeros pasará a segundo lugar en la lista de preocupación de los usuarios, pensando en qué otro contenido podría adjudicarse la compañía y utilizar en su próxima campaña o compartir con sus socios.
Ahora bien, aunque estas nuevas Políticas de Privacidad ponen los pelos de punta, no distan tanto de otras redes sociales y servicios similares. Y es que con ello la compañía asegura protegerse ante cualquier problema de propiedad intelectual con los usuarios, dejando todos los cabos bien atados en cuanto a la propiedad y la responsabilidad legal de todo lo que se produce a través de sus aplicaciones.
Actualización:
Ante las publicaciones de diferentes medios y el temor levantado por los cambios en las Políticas de Privacidad, los responsables de Snapchat se han visto obligados a publicar unas declaraciones en su blog oficial para tratar de aclarar este asunto. En ellas confirman los cambios de estas políticas, pero niegan rotundamente que Snapchat almacene los contenidos de los usuarios en sus servidores. Así, respaldan los cambios respecto a contenidos como las Historias y que necesitan cierta protección, ya que recogen fotografías y vídeos que son publicados para todo el mundo durante 24 horas. También aclaran que, con la venta de replays o la posibilidad de volver a reproducir un contenido recibido, es necesario tomar algunas licencias para llevar esta función a cabo.
Pero lo más importante en sus declaraciones es que aseguran, como sucedía antes de los cambios en sus Políticas de Privacidad, que los snaps o contenidos del usuario no son almacenados en sus servidores. De hecho, afirman que son eliminados tras ser llevados hasta el receptor. Junto a ello, además, aclaran que nunca han podido (ni lo hacen) compartir estos contenidos con anunciantes u otros negocios. Eso sí, no pueden hacer nada con las capturas de pantalla que los receptores pueden tomar de estos contenidos.
¿Servirá esto para que sus usuarios puedan respirar de nuevo con tranquilidad confiando en que sus contenidos son realmente efímeros?