Desde hace algún tiempo, algunas desarrolladoras de videojuegos han decidido dar el paso que la mítica Nintendo se ha negado a dar hasta ahora. Así, han suplido la necesidad de ocio que los usuarios de móviles y tabletas tenían yendo más allá de los meros juegos casuales. Ofreciendo títulos de calidad gráfica, argumental y que son realmente entrañables, tal y como Nintendo solía hacer con sus consolas portátiles. Así surgió Seabeard para iOS, optando por repetir varias de las fórmulas que la compañía nipona ya había explotado. Un juego que ahora llega a Android para el regocijo de muchos.
Lo curioso de este juego es que bebe directamente, por no decir que copia descaradamente, de dos grandes títulos de Nintendo. Por un lado el mítico y adorable Animal Crossing, donde el jugador puede gestionar su casa y vivir en un poblado repleto de animales vecinos con sus propias personalidades y acciones. Por otro lado recoge el aspecto visual del juego Zelda Wind Waker, donde los personajes cuentan con ojos grandes y marcados rasgos, y los escenarios parecen dibujados gracias a la técnica cel shading. Eso sí, todo para crear un juego diferente y propio, pero que más de un jugón reconocerá.
En Seabeard el jugador se mete en el papel del nieto del capitán más prestigioso del mundo, que buscaba aunar todas las tribus de la zona, pero fue derrotado por un monstruo. Ahora, queda a cargo del jugador el desarrollo del pueblo costero en el que vive. Una aldea cargada de personajes y tareas por hacer. De hecho, el generador de aventuras permite que éstas nunca acaben, creando misiones aleatorias para nunca estar quieto. Además, cuenta con un mundo extenso lleno de pequeñas islas cercanas, mazmorras y lugares que explorar.
Así, con solo un dedo, es posible dirigir al personaje principal para recorrer este mundo lleno de detalles y tareas. Y es que cualquier personaje da conversación, y en cada rincón existen tareas como la pesca y la recolección, y siempre hay algo por hacer. Algo que hace de lo más agradable y entretenido este juego. Claro que también hay misiones más complejas y luchas en mazmorras, donde buscar algún elemento o completar alguna de estas tareas.
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Poco a poco el jugador irá encontrando nuevos personajes que puede sumar a su tripulación. Y es que el poblado acaba quedándose pequeño para buscar aventuras. De esta forma, con el barco y la tripulación adecuada es posible acercarse a nuevos territorios y encontrar misiones, objetos y elementos. Todo ello teniendo en cuenta el fuerte componente de personalización que toca desde el aspecto de los personajes hasta los edificios y la decoración de la isla para conseguir visitas. Y sin perder de vista el apartado social, permitiendo visitar islas de los amigos de Facebook, comerciar con ellos y dejar mensajes en sus tablones.
Todos estos puntos, además de una estética entrañable consiguen evocar a los juegos que representa, creando una sensación de juego entrañable, de gran calidad y que se parece más a uno de videoconsolas que de móviles. Eso sí. No hay que perder de vista que es un juego free-to-play o gratuito con compras integradas, por lo que existen algunas limitaciones, aunque no es nada que obligue a pagar para seguir jugando. Lo bueno es que Seabeard llega a Android también de forma gratuita. Ya está disponible en Google Play, aunque con compras integradas.
Vía Xataka
