Parece que la filosofía indie (independiente) de los videojuegos también ha llegado a los smartphones. Y es que, si en las videoconsola los videojuegos creados por equipos independientes con proyectos diferentes a las grandes compañías comerciales han triunfado, ¿por qué no iba a pasar lo mismo en las plataformas móviles? Prueba de ello es la creciente cantidad de títulos que los usuarios pueden encontrar en las tiendas de aplicaciones, sin grandes equipos detrás, pero con ideas de lo más frescas y gráficos que llaman tanto o más la atención que cualquier superventas. ¿Será ZigZag uno de ellos?
Se trata de un juego sencillo, con un planteamiento minimalista tanto en su aspecto visual como en su mecánica. Habilidad y técnica son las cualidades que el jugador necesita para lograr avanzar por toda clase de laberínticos escenarios sin caer por el precipicio. Así hasta el infinito. Y es que ZigZag sigue los cánones actuales de los videojuegos de autor, tal y como ha planteado el exitoso Monument Valley, o el título de la misma compañía Skyward.
En ZigZag el jugador se pone a los mandos de una sencilla pelota que no para de rodar en una u otra dirección, siendo estas siempre izquierda o derecha. La clave reside en que es el jugador quien debe cambiar de dirección en el momento oportuno con sólo pulsar sobre la pantalla. Sencillo en concepto pero realmente complejo al recorrer las caprichosas formas de los laberínticos escenarios que, haciendo referencia al nombre del título, se desarrollan en zigzag, con pasarelas más anchas y otras más estrechas. Todo ello forzando al jugador a afinar su percepción y habilidad para calcular tiempos y espacios. Algo realmente difícil de mantener más allá de unos cuantos segundos.
Se trata de un título sin fin, que no se desarrolla a través de niveles. De hecho, los escenarios se generan de forma aleatoria, por lo que resulta imposible calcular o memorizar los tramos para tratar de superarlos en cada partida y llegar más lejos. El fin último de ZigZag es disfrutar de la experiencia, pero siempre con el reto constante de conseguir superarse a sí mismo y llegar un poco más lejos que en la última partida. Todo ello con la recompensa final de una puntuación que puede ser compartida y comparada con el resto de jugadores.
El único punto negativo de este título es la falta de elementos que motiven su rejugabilidad más allá de la puntuación. Tan sólo los rombos que flotan por el escenario y que suman puntos extra aportan algo de frescura tratando de mejorar el puntaje final del jugador, pero siempre planteando la misma mecánica de juego y sin desbloquear elementos personalizables. Eso sí, su llamativo apartado visual va cambiando y ofreciendo escenarios de diferentes colores y con iluminaciones que consiguen captar la atención del jugador más detallista.
Lo bueno es que ZigZag es completamente gratuito, disfrutando de un título vistoso, sencillo y adictivo sin gastar ni un euro, aunque tolerando eventuales anuncios publicitarios. El juego está disponible tanto para Android como para iOS a través de Google Play y App Store.