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Aunque parecí­a que en el ámbito de las aplicaciones de mensajerí­a estaba todo inventado, cada vez surgen nuevas alternativas con todo tipo de alocadas propuestas que, a veces son realmente útiles y otras en cambio, completamente divertidas aunque poco prácticas. Sin saber muy bien en dónde encuadrarla aparece Boop, que recoge todas las opciones que los usuarios más dinámicos desearí­an para comunicarse: por un lado las animaciones, por el otro la privacidad que ofrece una aplicación de mensajes que se autodestruyen.

Así­ se presenta Boop, hondando en el ámbito de la mensajerí­a efí­mera con un concepto que da una vuelta de tuerca a todo lo visto en este mercado. Y es que, ni siquiera es comparable a Snapchat, la aplicación de fotos y ví­deos que se autodestruyen después de ser vistos. En Boop los usuarios puede comunicarse con mensajes que desaparecen para siempre y que, además, son difí­ciles de capturar en pantallazos. Todo ello pensando en la seguridad de las comunicaciones pero también en la posibilidad de jugar y conseguir conversaciones realmente dinámicas.

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La idea principal de Boop es comunicar mensajes palabra por palabra de forma rápida. Así­, no darí­a tiempo a realizar capturas de pantalla al interlocutor para dejar constancia de dicha conversación. Pero lo divertido es que esta forma de mostrar los mensajes permite jugar y componer toda clase de situaciones gracias a la introducción de emoticonos Emoji. Y es que, al mostrarse uno por uno, es posible crear toda clase de historietas con algo de pericia y elocuencia. Algo que no es exactamente una animación pero se muestra como tal en la pantalla del interlocutor. Como si de un ví­deo en stop-motion se tratase.

El funcionamiento de Boop además resulta muy sencillo. Basta con instalar la aplicación, crear una cuenta con el nombre de usuario deseado y agregar a otros usuarios a través de su apodo o nickname. Así­, sólo queda escoger uno de ellos y comenzar a redactar el mensaje. Este paso se realiza de forma normal, en una misma caja de texto, aunque luego se muestre palabra por palabra para salvaguardar el contenido del mensaje. Además del texto, y como decí­amos, es posible introducir toda clase de emoticonos Emoji, y también smileys o caritas propias de Boop. Todo ello sin olvidarnos de las boopmations. Esas minihistorietas animadas que se pueden crear con los emoticonos.

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Tras enviar el mensaje, este viaja hasta el receptor, quien obligatoriamente debe disponer de esta aplicación para leer el mensaje, y se muestra en su pantalla al abrir Boop. Palabra por palabra, y a una velocidad previamente acordada, se muestra todo el texto y las animaciones creadas con los emoticonos. Una forma de mostrar el mensaje que a veces cuesta llegar a comprender pero que deja la idea base en la retina del receptor.

En definitiva, una aplicación curiosa, que difí­cilmente puede llegar a conquistar a un público mayoritario, pero que puede explotar la creatividad de muchos usuarios y que seguirá creciendo en el futuro según sus creadores. Lo mejor es que Boop está desarrollada tanto para Android como para iOS y se puede descargar gratis a través de Google Play y App Store.