El servicio de transporte privado Uber sigue expandiéndose en nuevos territorios y ampliando sus posibilidades. Así, tras comenzar a operar en Asia hace tan sólo unos días, ahora se conoce una nueva función que busca reducir aún más los costes para el usuario que decida utilizar Uber en lugar del taxi. Se llama UberPool y plantea la posibilidad de compartir trayecto y, por ende, costes con desconocidos también usuarios de la aplicación. Un paso más en la dirección de la economía colaborativa.
Eso sí, UberPool ha comenzado como proyecto piloto en la zona de la bahía de la norteamericana ciudad de San Francisco. Por el momento se trata de una beta privada que pasará a pública el próximo día 15 de agosto si el proyecto marcha bien. Una nueva forma de utilizar el transporte de Uber buscando el máximo recorte de precio posible en los desplazamientos al compartir un trayecto con alguien que vaya al mismo destino. Una manera inteligente de viajar pero que, de nuevo, pone en pie de guerra al resto de transportes.
El funcionamiento de esta nueva función es realmente sencillo. Basta con realizar el pedido de un coche Uber de forma habitual. Entonces, la aplicación se encarga automáticamente de mostrar una notificación si ha encontrado la solicitud de otro usuario cercano. De esta forma es posible ponerse en contacto y recoger al desconocido para poder realizar el trayecto y dividir el precio de la carrera entre ambos. Lo bueno es que Uber se encarga de hacer todo el trabajo, y si no existe ningún encuentro con algún desconocido, incluso ofrece un descuento al usuario dispuesto a compartir su carrera.
Por el momento sólo es el experimento de una idea poco o nada nueva en concepto, pero que sigue revolucionando el ámbito de este servicio de transporte a través de aplicaciones. Un servicio que cuenta con el apoyo de Google, cuyos trabajadores serán de los primeros en probar el servicio UberPool, según el medio TechCrunch. Y es que afirman compartir la misma misión de Uber para evitar la congestión de tráfico, la contaminación y, en definitiva, apoyar la eficiencia energética.
En Uber saben que este nuevo servicio es más que una forma de ahorrar. Y es que su página web llegan a denominarlo experimento social. Quieren averiguar qué piensa el cliente al verse compartiendo un vehículo con un completo desconocido con tal de rebajar hasta un 40 por ciento el precio de su viaje. Algo por lo que afirman sentirse emocionados.
Por el momento habrá que esperar para ver si este experimento resulta en buenos términos antes de expandirlo por otras ciudades en las que ya opera Uber. También habrá que ver la reacción de los usuarios y del sector del taxi. Y es que siguen defendiendo a brazo partido su negocio frente a una alternativa que se vende como más económica, moderna y cómoda, aunque en España ya ha empezado a ser perseguida por no respetar las leyes de transporte de pasajeros.
