La llegada de la aplicación de transporte privado Uber a España sigue levantando ampollas. Y es que tiene en contra a las diferentes asociaciones de taxistas que buscan defender su estatus frente a un servicio al que acusan de ser una estafa laboral y económica. Por ello, y durante 24 horas, convocaron a lo largo del día de ayer un paro en Madrid y Barcelona, que coincidió también con las manifestaciones en otras capitales de Europa por la misma razón. Algo ante lo que Uber respondió con fuertes descuentos para afianzar su posición en la capital condal, donde ya presta su servicio.
De tal forma, y hasta las 13 horas del día 12 de junio, Uber ha plantado cara a la difícil situación en España con fuertes descuentos en su servicio de transporte para los usuarios de Barcelona. Descuentos de un 50 por ciento si se utiliza el viaje compartido para sus trayectos, una de las modalidades que ofrece este servicio. Sin duda, una postura desafiante ante los taxistas que permanecían en huelga. Una jornada con tal seguimiento que dejó desatendidos puntos clave como aeropuertos y lugares habitualmente abarrotados de taxis.
Y es que desde Uber siguen mandando un mensaje claro acerca de sus políticas y la intención de abrirse un hueco en el mercado del transporte privado en España. Un mercado que, según ellos, puede innovar para facilitar y mejorar el servicio que se presta a los usuarios. Todo ello sin necesidad de dejar de lado a los profesionales del sector, con los que aseguran querer llegar a un acuerdo. Sin embargo, políticas como estos descuentos parecen alejar la situación del entendimiento.
Durante la jornada de huelga, además, se conoció una nueva modalidad o servicio de Uber para acercar posiciones con los taxistas profesionales. Se trata de la posibilidad de solicitar el servicio de un taxi habitual a través de la propia aplicación. Algo que supondría aplicar las tarifas legales marcadas por los taxistas. Un proyecto piloto que se acaba de implantar en Londres y que podría ser un primer paso para suavizar la postura de los taxistas frente a Uber.
Sin embargo, tanto en España como en otras grandes capitales europeas el seguimiento de la huelga fue mayoritario. Y es que las políticas de innovación de servicios como Uber plantean una revolución y una amenaza para la situación actual de los taxistas. Las paralizaciones fueron multitudinarias en Paris, Londres, Berlín y Milán, colapsando calles y dejando de prestar servicios a modo de protesta. Y es que, mientras que los taxistas tienen que hacer frente a cuestiones financieras y legales para conseguir su licencia y homologación, Uber plantea conductores privados que podrían evitar el pago de estos impuestos y tasas.
Pero también existen organismos a favor de Uber y su innovación. Es el caso de la Comisión Europea, que apuesta por los cambios en el sector del transporte privado siempre que el usuario sea el beneficiario de esta actividad emprendedora, y que los estados implicados cobren los impuestos y legalicen la situación de las aplicaciones y servicios que se están implantando.