El juego más mediático de los últimos tiempos vuelve a dar señales de vida. Se trata del aclamado Flappy Bird. Título que disfrutó de una fructífera pero efímera vida debido a que su propio creador llegó a retirarlo de las tiendas de aplicaciones por afirmar que era demasiado adictivo. Un juego que, sin embargo, volverá a partir del mes de agosto según el propio desarrollador que le dio vida, con importantes novedades además pero evitando a toda costa enganchar a los jugadores como hizo su versión anterior.
Así lo ha declarado el vietnamita Dong Nguyen, padre de la criatura, al medio norteamericano CNBC. De tal modo, y aunque ya había confirmado que Flappy Bird volvería a estar disponible en algún momento, ahora se confirma la fecha del mes de agosto para su vuelta a las plataformas móviles. Pero ahí no acaba la noticia. El juego llegará con modificaciones y, lo que es más importante, con un modo de juego multijugador. Algo que sin duda volverá a atraer la atención sobre este título.
De momento se desconocen más detalles acerca de la nueva versión, o cómo se llevará a cabo esas opciones multijugador. Lo que sí ha dejado claro Nguyen es que este nuevo título o revisión no será tan adictivo como su predecesor. Uno de los puntos clave por los que el anterior título acabó desapareciendo de escena a pesar de los beneficios económicos que le ofrecía a su creador. Y es que el desarrollador sigue preocupado por absortar a usuarios de todo el mundo y alejarles de sus vidas por lograr una mayor puntuación.
La historia de este título sigue siendo misteriosa y sin sentido. Un juego ridículamente dificultoso que imita los gráficos de los clásicos juegos de Mario Bros. en el que el único objetivo es hacer pasar a un pájaro entre tuberías a lo largo de una carrera que nunca acaba. Para ello, el jugador sólo tiene que pulsar sobre la pantalla para obligarlo a aletear y remontar el vuelo y controlar así su trayectoria a lo largo del recorrido. La partida acaba cuando el jugador, por despiste o agotamiento, acaba estrellándose contra alguna tubería o el suelo del escenario, contando por cada espacio que ha pasado como puntuación final.
Una mecánica sencilla pero con una realización de lo más compleja que, por algún motivo, consiguió hacerse viral y atraer las miradas de jugadores y medios. Tanto es así que el volumen de descargas hacía ganar miles de dólares diarios a su creador gracias a los anuncios de publicidad incluidos en la aplicación. Sin embargo, y sorprendentemente, Nguyen decidió retirar el juego de las tiendas de aplicaciones para evitar que la gente se aleje de sus vidas.
Esta decisión y su creciente éxito llevaron a que se creasen toda clase de copias para satisfacer a los usuarios que no habían podido probar Flappy Bird. También se dieron casos en los que se vendían terminales iPhone con el susodicho juego instalado por ridículas y abusivas cantidades de dinero con tal de disponer de él. Ahora todo eso parece que se va a acabar a partir de agosto, aunque el nuevo Flappy Bird tendrá que pelear mucho por hacerse un hueco ante tal cantidad de variantes y rivales.