tinder vulnerabilidad

Parece que la privacidad y las vulnerabilidades de las aplicaciones están en su punto álgido. Al menos en cuanto al aspecto mediático. Y es que no dejan de salir a la palestras casos de herramientas sociales que dejan a la vista de los más curiosos información personal o detalles que se suponen privados. Ahora se conoce el caso de la aplicación Tinder, conocida por ser una de las más famosas a la hora de ligar. Un problema que habrí­a dejado al descubierto la posición real de sus usuarios durante meses. Eso sí­, un problema que ya ha sido resuelto.

Esta aplicación se basa en la ubicación del usuario para presentarle fotografí­as de otros usuarios cercanos a su posición actual. Siempre sin mostrar cuál es dicho punto exacto. Así­ sólo hay que valorar las imágenes positiva o negativamente según la atracción. Si los votos positivos concuerdan entre dos usuarios la aplicación los pone en contacto directamente para chatear. De nuevo, siempre protegiendo los datos de su ubicación. O eso es lo que se creí­a.

tinder vulnerabilidad

Al parecer un fallo en las aplicaciones de Android e iOS habrí­a permitido desde el mes de julio del año pasado recopilar los datos de latitud y longitud de usuarios que se encontraban a pocos metros del usuario. Datos que mediante triangulación presentarí­an el punto exacto en el que se encontraban al utilizar Tinder. Claro que para ello habí­a que conseguir esos datos. Sin embargo es una cuestión casi espeluznante cuando está relacionado con el ámbito de los ligues.

Este problema fue descubierto por un experto en seguridad de Inside Security llamado Max Veytsman el pasado mes de octubre. Una persona con los conocimientos suficientes como para escudriñar la vulnerabilidad que presentaba la API (herramienta de creación de aplicaciones) de Tinder y aprovecharlos. Tanto es así­ que creó su propia aplicación web para demostrar dicho fallo y cuyo funcionamiento explica en un ví­deo que publicamos más abajo. Una forma de encontrar la posición exacta de esas personas que buscan a alguien especial a través de la aplicación.

Sin embargo, y a pesar de que los responsables de Tinder parece que no respondí­an con total asiduidad a las quejas que Veytsman les lanzaba por correo electrónico, finalmente corrigieron dicha vulnerabilidad atendiendo a sus consejos de seguridad. O al menos, según el experto, desde el pasado dí­a uno de enero, ya no es posible utilizar su aplicación o descubrir los datos de geolocalización de otros usuarios de Tinder. Por lo que los usuarios no deberí­an sentirse del todo alarmados.

Y es que si no se ha sufrido ya ningún abuso, es difí­cil que, al menos mediante el mismo proceso, se vaya a producir ahora. Por tanto, Tinder sigue siendo una herramienta para ligar en la que los usuarios no conocen su situación actual real, tan sólo que se encuentran cerca. Aunque durante unos meses eso haya podido ocurrir no precisamente por casualidad.