El Mobile World Congress de Barcelona de este año sigue dejando noticias prácticamente un mes después de que se celebrase. En esta ocasión, el hecho viene de mano de Foursquare, la aplicación que permite a los usuarios registrar su posición, hacer check-in, en distintos lugares para compartirlo con el resto de amigos. Esto se hacía posible gracias a la utilización de mapas de Google, donde se situaban los locales, restaurantes y demás lugares. Pues bien, los responsables de esta plataforma anunciaron en dicho congreso que dejaban de utilizar las funciones de Google para adoptar las que ofrece Open Street Map.
Se trata de un movimiento centrado en la creación y actualización de mapas de todo el mundo de forma voluntaria, basando su funcionamiento en la filosofía wiki. Es decir, con aportaciones de los propios usuarios, que ya son 400.000. Además apenas existen restricciones, ofreciendo total libertad para las compañías que quieran utilizar estos recursos para sus fines. Algo que Foursquare ha debido ver con buenos ojos.
A esto hay que añadir el cambio de filosofía de Google Maps, que desde abril cobran la utilización de este servicio a las compañías que sobrepasan ciertos límites. Además, las páginas web de hoteles, restaurantes y locales que quieran mostrar a los usuarios cómo llegar, deben pagar algo más de 3 euros por cada 1000 consultas adicionales que los usuarios hagan a su web. Una estrategia muy bien construida por Google quien, desde el comienzo de su servicio de mapas, fue creciendo e implantándose hasta ser considerado prácticamente un estándar.
Ahora las compañías comienzan a mirar para otro lado, hacia la gratuidad y posibilidades de Open Street Maps. Sin embargo, como se comenta en el diario El País, no se trata de la panacea a los cambios de Google. De hecho, aunque este movimiento de mapas libres funciona correctamente, es posible encontrar actualizaciones y un callejero muy detallado en las zonas urbanas, pero falta de información en las zonas rurales o más despobladas. Además, no ofrece la visión mediante imágenes por satélite o la posibilidad de caminar por las calles como sí hace Google Street View.
Foursquare hizo su anuncio en el MWC 2012 y también a través de su blog, donde alaban las posibilidades de personalización y todas las funciones que ofrece el movimiento Open Stret Maps a través de otras pequeñas compañías que se basan en sus mapas. Sin embargo, Apple, cuyas aplicaciones llevan utilizando los recursos de Google Maps desde el comienzo, ha empezado a cambiar sus puntos de actuación prácticamente en silencio. Así lo demuestra la introducción de los mapas de Open Street Map en su nueva versión de iPhoto, que permite clasificar las fotografías según los lugares donde fueron tomadas. Estos lugares ahora se muestran sobre un mapa de Open Street Map.
Además, parece ser que Apple prepara su propia plataforma de mapas para evitar depender de compañías ajenas, más aún tras la compra de Placebase en 2009 y Poly9 en 2010, ambas dedicadas a la cartografía digital. Habrá que ver si el resto de aplicaciones siguen los pasos de Foursquare y de Apple, apostando por la libertad y la colaboración voluntaria, y si Google mantiene el liderazgo en el mundo de los mapas, a pesar de su nuevo rumbo.
