La censura en WhatsApp funciona: esta medida reduce los bulos

Pero ojo, porque cuando hablamos de censura nos referimos a las limitaciones que Facebook, propietaria de WhatsApp, ha introducido desde hace prácticamente un mes en la aplicación de chat. Y no es que controle qué contenido se comparte y cuál no. Sino la cantidad de veces que se reenvía. Algo pensado para evitar que los bulos se prendan como la pólvora de unos chats a otros. Y, a tenor de los números que Facebook ha hecho públicos, la cosa funciona excelentemente bien.

Así, desde el pasado 7 de abril, WhatsApp no solo identifica los mensajes que se comparten más de 5 veces para marcarlos como reenviados. Cuestión que sucede tanto con los memes como con los bulos, y mensajes que son mentira y que suelen compartirse por miedo o por tratar de informar a otros contactos de manera compulsiva. Pues bien, desde esa fecha WhatsApp también impide que puedas compartir estos contenidos marcados como reenviados con más de una cuenta. De esta manera no puedes marcar una ristra de chats y contactos a los que hacer llegar un mismo mensaje de una sola vez. Una decisión que antes de acabar el mes ya está ofreciendo resultados: Facebook asegura que ha reducido en un 70% la transmisión de estos contenidos desde que puso en marcha la medida, según ha dado a conocer a través de TechCrunch.

Un dato que se recoge a nivel global y en solo unas semanas desde el pasado 7 de abril. Así que los más de 2 mil millones de usuarios de WhatsApp en todo el mundo están reenviando y, por tanto recibiendo, menos bulos, campañas de desprestigio, campañas de miedo, y demás contenidos que no siempre son ciertos. Claro que también nos quedamos sin informaciones veraces, memes y otros contenidos de calidad que también se reenvían de forma masiva.

WhatsApp bulos COVID

Sin embargo, WhatsApp lleva tiempo luchando para no convertirse en la plataforma usada para que los bulos, mentiras y timos se expandan. Prueba de ello es que, desde 2018, ya había una limitación para compartir o reenviar de forma masiva contenidos. Y es que no se podía reenviar un mismo mensaje a más de cinco personas o grupos a la vez. Así que era necesario compartirlo en pequeños grupos o evitar hacerlo directamente. Con ello, el tráfico de contenidos reenviados ha conseguido descender un 25% de manera global en estos dos últimos años.

Bulos: un riesgo para ciudadanos

Las medidas no solo surgen desde Facebook. Diferentes países han pedido a los responsables de WhatsApp que trabajen para limitar la transmisión de bulos, mentiras y timos. Y es que la desinformación va más allá de alterar las cosas en la política de un país. También está suponiendo un problema para la salud pública. Prueba de ello es India, que el mes pasado solicitó a WhatsApp y otras redes sociales que evitaran la propagación de bulos sobre curas para el COVID-19. Una tendencia que, más allá de la desinformación, puede incurrir en peligros para la población al creer que existen curas para la enfermedad. O hacer creer a las personas a las que llegaba el mensaje que las medidas como hacer ruido durante cinco minutos o prender lámparas de aceite tenían respaldo científico.

Reenviado

Situaciones que siguen sucediendo hoy en día también en España, con mensajes cargados de odio o contenido político e informaciones poco veraces que viajan de contacto en contacto. En un clima en el que la desinformación se junta con la desesperación de las personas, además del miedo por la pandemia.

Así, Facebook-WhatsApp pone su grano de arena para tratar de limitar el envío masivo de cualquier tipo de información. Pero sigue sin limitar ni censurar lo que se envía en cada mensaje. Y es que la plataforma no puede leer ni conocer el contenido, como mucho limitar su difusión, sea lo que sea lo que dice el mensaje reenviado.