Así puedes jugar más rápido y fluido a Fortnite en iPad

Si ya has invertido una buena cantidad de horas en Fortnite y sigues sin conseguir una victoria magistral, quizá necesitas desarrollar un poco más tu técnica y aprovecharte de las ventajas de la tecnología para que todo quede a tu favor. Y es que puedes jugar a este título de forma más rápida que en otros dispositivos móviles. Claro que para ello necesitarás un iPad Pro de 2018. Y, por supuesto, la última versión de Fortnite para iOS.

Y es que Epic Games quiere reducir las diferencias entre los jugadores de PC y dispositivos móviles. Por eso trae una de las ventajas de jugar en el ordenador a Fortnite: jugar a 120 Hz de velocidad de refresco de pantalla. Algo que disfrutan en ordenadores aquellos que cuenten con un PC potente y, sobre todo, con un monitor avanzado para gaming, capaz de soportar dicha tasa de refresco. Un punto que te da agilidad en las partidas para moverte de manera más fluida. No te hará ganar partidas, pero sí mejorar tu juego y aprender a moverte con mayor fluidez.

Por cierto, la actualización también trae consigo soporte para controles. Es decir, que podrás jugar más cómodamente con joysticks y no pulsando directamente sobre la pantalla.

Lo único que necesitas es descargar desde la App Store la versión 11.40.1 de Fortnite. Tendrás que hacerlo en un iPad Pro de 2018, ya que es el único con una pantalla capaz de funcionar a esta velocidad. Una vez que hayas hecho esta descarga tendrás que pasarte por los ajustes del juego para activar la función. Y es que es opcional, y no se activa por defecto. Así que encontrarás un nuevo control en la sección de pantalla para poder correr el juego a 120 Hz. Pero ojo, que hay un punto negativo.

Fortnite 120 Hz

Más fluidez, menos calidad

No todo es ideal con esta nueva función de Fortnite. Y es que sigue habiendo diferencias insalvables entre jugar en un PC y un dispositivo portátil, entre ellas la potencia gráfica. Por ello, al activar la función de velocidad de refresco a 120 Hz en el iPad Pro automáticamente la calidad gráfica pasará a media. Es decir, se perderá calidad en el aspecto del juego. Texturas con menos resolución, menos definición en las sombras, menos efectos…

Se trata de un coste necesario para que el procesador gráfico de este aparato pueda gestionar esas 120 imágenes por segundo. Y es que debe hacer el doble de esfuerzo para que todo se vea así de fluido. Algo que requiere reducir los esfuerzos en otros aspectos como es el acabado visual del título. Es decir, que deberás elegir entre fluidez a la hora de mover el juego o un aspecto más detallado. Lo bueno es que puedes elegir.