Hasta ahora has jugado con tu móvil pulsando sobre la pantalla o deslizando el dedo por ella. Sin embargo, hay una tendencia de lo más interesante en el ámbito del entretenimiento: dar voces. O gritar. O chillar para manejar al personaje del videojuego de turno. Algo que cambia radicalmente las normas del divertimento en los dispositivos móviles. Nosotros ya lo hemos probado, y aquí te dejamos los 5 juegos para jugar gritando que lo están petando en Google Play Store. Eso sí, juega cuando no molestes a los vecinos, y recuerda respirar bien para no dejarte la voz en el intento.
Chicken Scream
Es el más famoso y al que más han jugado diferentes youtubers de turno. En él el protagonista es una gallina que parece asustarse o, al menos desplazarse, con nuestros gritos y sonidos. Como el resto de títulos vistos en este género, las plataformas son las protagonistas. De esta manera se nos invita a recorrer una buena cantidad de niveles de salto en salto.
Por supuesto, para hacer mover a este pollo o gallina, tendremos que usar la voz, o cualquier elemento que haga ruido. Eso sí, hay dos movimientos diferentes. Con un ruido leve el personaje da pequeños pasitos para avanzar. Con un gran estruendo el personaje salta para evadir los precipicios. O los pincho. O cualquier tipo de obstáculo que encuentre a su paso.
Ya te advertimos que jugar varias partidas seguidas hará que tu garganta se resienta. Por ello puedes usar el regulador de sensibilidad del micrófono que aparece siempre en pantalla. Elévalo para que el micrófono sea más sensible y no tengas que gritar tanto.
El juego está lleno de color, y sus diseños, aunque sencillos, son de lo más atractivo. Además, el Chicken Scream está lleno de desbloqueables para cambiar el aspecto del personaje y no aburrirnos. Incluso cuenta con un modo infinito para mostrar nuestra valía, técnica vocal y aguante.
Scream Go Hero
Es otra modalidad que repite el mismo esquema y la misma diversión. Claro que en Scream Go Hero tomamos el papel de un ninja en lugar de un pollo. Por supuesto el juego se basa en plataformas, y tendremos que usar nuestras dotes vocales para lograr alcanzar el final de cada nivel. O probar nuestra valía si decidimos jugar en el modo endlesss o sin final. Y ya os decimos que la cosa es complicada.
Nada más iniciar la partida una pantalla de información se muestra para indicarnos los diferentes movimientos del ninja. De nuevo, un susurro o ruido suave hará avanzar al ninja. Sin embargo, para saltar precipicios, alcanzar nuevas plataformas o evitar los enemigos tendremos que gritar. Cuanto más fuerte y más prolongado, más saltará nuestro personaje. Todo ello pudiendo modificar en todo momento la sensibilidad del micrófono para adaptarlo a un entorno ruidoso o para evitar dejarte la garganta durante el juego.
Lo que más nos ha gustado es poder activar la cámara para selfies durante la partida. Y es que, de esta manera, podemos ver la cara que ponemos cuando gritamos. O también es útil para grabar la partida con nuestras reacciones fácilmente. Puro contenido de humor para YouTube. Eso sí, no esperes un acabado espectacular en el diseño de este juego, más simple no puede ser.
Yasuhati
Y también un juego simple es Yasuhati, que vuelve a repetir las mecánicas vistas en los otros dos. Pero esta vez permitiéndonos tomar el papel de una simpática corchea que navega por plataformas repletas de peligros.
En este caso tanto los gráficos como el juego en sí son más sencillos y minimalistas. Pero al menos cuenta con un modo de juego infinito y varios niveles. Todo ello pensado para que tratemos de superar nuestras propias marcas. También está presente la barra de sensibilidad del micrófono, la cual es especialmente necesaria ya que el juego tiene melodía de fondo que puede hacer que el personaje se mueva sin que gritemos. Además, la corchea tiene tres formas de moverse según lo fuerte que gritemos. Algo que puede acabar en afonía tras unos cuantos minuto de juego.
Este juego resulta complejo por los enemigos móviles que encontramos en los niveles. Además los obstáculos están por todos lados, obligándonos a controlar la intensidad de nuestros saltos para no chocarnos con pinchos en el techo, por ejemplo.
Scream Go Stickman
La sencillez de este juego hace que resulte aún más difícil de jugarlo. Nos encontramos frente a otro juego que evita los niveles y dificultades extra. Solo tenemos que controlar a nuestro stickman u hombre de palo a través de diferentes plataformas. Saltando de isla en isla y evitando siempre caer al agua. Algo bastante complicado, la verdad.
En este caso no encontramos barra de sensibilidad alguna, lo cual nos obliga a amoldarnos al juego. Aunque sí un desarrollo visual mucho más trabajado, con animaciones, diferentes planos y elementos más reconocibles. Una buena excusa para dejarnos la garganta dando voces.
Scream Dog Go
Pero si lo que quieres es gritarle a un perro, a uno virtual, la mejor opción que tienes es Scream Dog Go. Es otro juego sencillo, que prescinde de niveles, aunque posee un interesante y simpático aspecto visual para disfrutar mientras nos desgañitamos.
Aquí un perrete es el protagonista de la acción. Eso sí, parece un poco duro de oído incluso cuando subimos la sensibilidad del micrófono, así que más te vale practicar si quieres llegar lejos con él. Lo bueno es que cuenta con una barra de reconocimiento de volumen, por lo que es más sencillo saber si estamos gritando lo suficiente para que el perro obedezca.
En este juego la simplicidad también se ve en la mecánica. El perro solo tiene dos acciones: andar sobre la superficie o saltar hacia adelante. Así que no habrá medias tintas, ni saltos demasiado controlados. Algo que aumenta la dificultad del reto que supone superar nuestra propia puntuación en el juego.
Mucho ojo si quieres disfrutar de todos estos juegos. Ten en cuenta que se necesita cierto volumen de voz para conseguir que las mecánicas funcionen como deseamos. Para ello juega en lugares tranquilos sin ruidos ambientales ni eventuales que puedan fastidiar tu partida. Eso sí, ten en cuenta también que puedes molestar a quienes están a tu alrededor. Así que procura no pasar la vergüenza de gritarle al móvil y que encima te echen la bronca por ello.