El Tesoro de los Templarios, un evento de geocaching para descubrir Cantabria

Si hay algo de lo que se ocupa intensamente el Gobierno de Cantabria, con el presidente Revilla al frente, es del turismo. No en vano, el cántabro es uno de los enclaves turísticos más privilegiados de nuestro país. Y ahora tenemos la oportunidad de conocerlo a través de una actividad de geocaching. Y más concretamente, mediante un juego llamado Geotur: El Tesoro de los Templarios.

Se trata de un juego que usa la tecnología del geocaching y que ha sido promocionado por la Asociación del Dearrollo Rural Saja Nansa, junto a la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria. Mediante esta aplicación, los visitantes tendrán la oportunidad de participar, como intrépidos exploradores, en el rastreo de nada más y nada menos que 148 tesoros ubicados en la comarca de Saja Nansa. 

Aquellos que participen tendrán un año para ir completando la búsqueda de cada una de estas localizaciones y tesoros. Lo harán inspirados en el famoso grimorio Libro de San Cipriano del siglo X, en el que los Caballeros de la Orden del Temple inscribieron pistas para localizar 148 tesoros a lo largo del Camino de Santiago. Ellos fueron, de hecho, los primeros geocachers de la historia. Ahora tendremos ocasión de seguirles las pistas.

Una manera innovadora de potenciar el turismo

Estamos ante una innovadora iniciativa, con la que se quiere promocionar la comarca de Saja Nansa. Los 18 alcaldes de las distintas poblaciones han participado con financiación propia y todos los actores se han mostrado muy satisfechos por haber puesto en marcha el primer proyecto de estas características en nuestro país.

La aplicación o, mejor dicho, el juego, tiene algo muy interesante. Y es que resulta inclusivo: está dirigido a todo tipo de públicos. No importa si son familias, jóvenes o gente mayor. Todo el mundo puede ponerse a buscar tesoros.

 

Para convertirse en geocacher basta con registrarse en www.geocaching.com y seguir las instrucciones del evento o de la búsqueda. Habitualmente se descarga el mapa del territorio y se introducen las coordenadas de la geocaché o localización. Al encontrarlo, el usuario tendrá que abrir la caja del tesoro encontrado, firmar el librito que contiene y dejarlo en su sitio. Luego podrá compartir la experiencia de la búsqueda a través de las redes sociales.