Estados Unidos tiene WhatsApp con su protección anti sistemas de espionaje gubernamentales. Rusia tiene Telegram, aunque la ha bloqueado porque no puede acceder a sus contenidos. ¿Qué tiene Europa? De momento nada, pero Francia ya está probando su propia aplicación de mensajería encriptada para ofrecer conversaciones seguras, pero en las que sí pueda ojear. Y, sobre todo, en la que no puedan espiar los gobiernos estadounidenses o rusos.
Al parecer, según Reuters, Francia ya está probando esta aplicación con 20 funcionarios, y se espera que todo el gobierno francés pase a utilizarla durante el verano. Una aplicación de mensajería que está encriptada y protegida en Francia, no como el resto de servicios usados en el resto del mundo. Algo que parece preocupar al ejecutivo francés, aunque la protección de usuario a usuario de WhatsApp se haya gestado fuera de los Estados Unidos. Además, la portavoz del gobierno galo afirma que la aplicación, que está basada en código libre, podría llegar finalmente a la ciudadanía.
“Necesitamos encontrar un servicio de mensajería cifrado que no esté encriptado por Estados Unidos o Rusia «, ha dicho la portavoz. «Cuando empiezas a pensar en las posibles brechas de seguridad que podríamos tener, como es el caso de Facebook, toca tomar la iniciativa».
Ahora bien, no hay que perder de vista que la encriptación de WhatsApp y Telegram ha mantenido alejados a los más curiosos. De hecho, en Rusia han vetado el uso de Telegram por no ceder al gobierno los códigos de encriptación para poder leer los mensajes que cruzan los usuarios de esta aplicación. Un requisito que las leyes anti terrorismo del país ruso exigen a servicios similares. WhatsApp también ha tenido problemas similares en Estados Unidos o incluso Brasil, donde se han requerido las conversaciones y datos de sus usuarios en diferentes investigaciones policiales. Sin embargo, Facebook no ha podido colaborar ya que la encriptación de esta aplicación impide conocer qué envían sus usuarios.
Ante esta situación, pues, se nos plantea si, más allá de protegerse de brechas de seguridad de servicios extranjeros, Francia no estaría más interesada en contar con una aplicación de mensajería en la que poder conocer si se habla de terrorismo o cualquier otro tema de seguridad nacional. De momento habrá que esperar para ver en qué se resuelve esta situación y si, finalmente, el gobierno galo abrirá esta aplicación a todos sus ciudadanos.
