No es ninguna novedad. Apple se está tomando muy en serio la calidad de sus aplicaciones. Hace apenas unos meses, te contamos que la compañía de Cupertino había fulminado la friolera de 50.000 aplicaciones de la App Store que no se adaptaban a sus nuevas exigencias propuestas por la firma. Ahora ha advertido que las aplicaciones que no hayan sido actualizadas de acuerdo con las indicaciones de la compañía, dejarán de funcionar a bordo de iOS 11, que es la nueva versión que Apple lanzará a los usuarios para su sistema operativo de cabecera. Desde el año 2013, con la presentación del iPhone 5, el sistema operativo de Apple ha soportado las aplicaciones de 64 bits. De hecho, desde la llegada de iOS 9, cada vez que un usuario abre una aplicación de 32 bits en un iPhone reciente, recibe un aviso indicándole que la aplicación puede ralentizar su dispositivo y que debería ser actualizada por el desarrollador para mejorar su compatibilidad.
El caso es que con la presentación de la beta de iOS 10.3 (una versión que de momento solo está disponible para desarrolladores), la compañía ha modificado el aviso y ahora, en lugar de mostrarse esa advertencia, se indica lo siguiente: «Esta aplicación [el nombre] debería ser actualizada. La aplicación no funcionará con las futuras versiones de iOS. El desarrollador de esta aplicación debería actualizarla para mejorar su compatibilidad». Esto nos hace pensar que, aunque no haya sido especificada la versión, iOS 11 podría ser la primera edición de esta plataforma que no admita aplicaciones de 32 bits. Es probable que iOS 11 sea presentada en la Conferencia Anual de Desarrolladores de Apple que tendrá lugar en verano y que comience a funcionar a partir del lanzamiento de los iPhone 7s, iPhone 7s Plus o iPhone 8, si se tercia, a partir de septiembre.
En realidad no estamos ante un inconveniente muy grave. Apple lleva pidiendo a los desarrolladores actualicen sus apps a los famosos 64 bits desde febrero de 2015, de modo que esto solo debería afectar a las aplicaciones que se han quedado anticuadas y que llevan años sin actualizarse. Se trata, eso sí, de una medida contundente que no suele ser habitual en la mayoría de fabricantes de software, pero para la que en esta ocasión, Apple se ha convertido en abanderada.
Lo más probable es que estas aplicaciones desactualizadas corran las misma suerte que las que a finales del año pasado fueron fulminadas por Apple de su tienda. Un informe publicado por Sensor Tower reveló en los últimos meses de 2016 que Apple había aumentado hasta un 238% la cantidad de aplicaciones eliminadas de la App Store. La de Cupertino estaría llevando a cabo una contundente purga para no dejar sitio a todas aquellas aplicaciones que permanecen ancladas al pasado y que no han recibido ningún apoyo por parte de sus propios responsables. Así, si normalmente se eliminaban 14.000 aplicaciones mensuales, la cifra de octubre superó una media de 47.000.
Vía: GSM Arena