A través de Twitter y casi de casualidad, Pavel Durov, CEO de Telegram, confirmó recientemente que su plataforma de mensajería se sumará a las llamadas de voz, poniéndose a la misma altura que WhatsApp, Skype o Viber, y abriendo inevitablemente la puerta a posibles llamadas de vídeo, la a auténtica tendencia actual en comunicación.
Cuando un usuario escribió este fin de semana «Hey @durov, me encanta tu app, es genial pero me pregunto si tenéis pensado añadir llamadas de voz además de alguna manera para cambiar los fondos, etc.», no se imaginaba que su respuesta, cortante y sencilla, causaría tanto revuelo. Un rato después, Durov respondía: «Hey, qué tal. Muchas gracias. Lo vamos a hacer.» y la red se llenaba de rumores. Tan sencillo como eso.
Paso inevitable
Tras un año en el que Telegram ha actualizado su software para añadir todo tipo de mejoras, desde una herramienta para poder visualizar artículos sin salir de la app como un modo para anclar mensajes en el menú principal, pasando por Telegraph, su plataforma de tipo blog, la noticia sorprende por su forma pero no por su contenido: era claramente la hora de dar el paso si se buscaba mantener el constante crecimiento de una aplicación que cada vez tiene más seguidores. Las llamadas de voz, pese a no ser una herramienta que se haya usado de manera masiva (al menos en España), sí que son un trampolín a su inmediata continuación, las llamadas de vídeo.
Como esta noticia se ha destapado a través de una sencilla respuesta de Twitter, no de un comunicado ni una rueda de prensa, no hay más información que esa mera sentencia. No sabemos nada de fechas ni formas, tan sólo una declaración de intenciones. De todos modos, conociendo la personalidad inquieta de Pavel Durov, no pasará mucho tiempo hasta que sepamos algo con carácter oficial.
Aprovechando la crisis de WhatsApp
El 2016 no ha sido un buen año en materia de publicidad para WhatsApp, ni tampoco para Facebook, su dueña desde 2014. Un reciente informe que afirmaba que la app de mensajería tendría una ‘puerta trasera‘ por la que Facebook podría acceder a información privada siguiendo peticiones (u órdenes) ha sido el último de los escándalos que ha puesto a muchos usuarios con la mosca en la oreja.
El propio Durov comentaba la noticia en su Twitter y aprovechaba para hacer un previsible autobomobo de Telegram, conocida por tener la encriptación más segura. Esta ‘inexpugnabilidad’ también ha sido motivo de críticas en el pasado al considerar que suponía una plataforma perfecta para que criminales y terroristas se comunicasen sin dejar rastro.
Son dos caras de una misma moneda, aunque en este caso la plataforma de Durov tiene mucho más que ganar que lo que tiene que perder. El cifrado seguro puede generar polémica en el campo político global, pero en el aspecto individual, el usuario siempre lo va a preferir, y mientras las reticencias hacia WhatsApp aumentan, un trasvase lento pero constante de usuarios hacia Telegram se está gestando. Ahora, incluir llamadas de voz (y con el tiempo de vídeo) igualaría la balanza aún más, algo que debería preocupar al equipo de WhatsApp, y a su jefe en última instancia, Matt Zuckerberg.