Existe un extraño placer a la hora de ver una pelota rebotar contra toda clase de superficies. Y si no que se lo digan a los fanáticos del baloncesto. Sin embargo, este patrón se viene repitiendo en diferentes videojuegos para dar gusto a esa extraña sensación. Pasó con el clásico Bounce que se pudo disfrutar en los teléfonos Nokia a color (aquellos que todavía no eran inteligentes), con Kula World en PlayStation, y parece repetirse con Tigerball en la plataforma Android. Un juego que aparece eventualmente en las listas de juegos más descargados.
Pero ¿qué es lo que ofrece este juego? La respuesta más sencilla sería la de entretenimiento inmediato, aunque hay que profundizar en este concepto. Y es que también hay una pizca de reto y superación personal que consigue enfatizar la tracción a medio plazo de este título. Todo ello protagonizado por una pelota un tanto fea capaz de rebotar por todo el escenario con el único fin de entrar en un cubo. Sencillo, simple, directo y sin tiempos de espera. Justo lo que cualquier usuario móvil quiere cuando viaja en transporte público, por ejemplo.
En Tigerball se juega con una pelota, pero son las leyes de la física las que realmente protagonizan el título. Así, el jugador debe escoger sabiamente el ángulo de disparo y la potencia para hacer rebotar la pelota hasta la canasta correspondiente. Algo que suena más sencillo de lo que puede llegar a ser. En el camino es posible encontrar toda clase de obstáculos como cajas y barreras que hay que salvar, ya sea saltando por encima o rebotando entre ellas hasta abrirse camino. Ahí es donde reside la verdadera estrategia y técnica del juego, y lo que llevará un tiempo al usuario para que lo domine con soltura.
La jugabilidad también es simple. Basta con deslizar un dedo por la pantalla para conseguir lanzar la pelota con la misma trayectoria y una fuerza relativa a la longitud del deslizamiento. Los cálculos ya quedan para el usuario, que tendrá que prever la trayectoria, los posibles rebotes y toda clase de piruetas para encestar.
El título se reparte por etapas con diferentes niveles en cada una de ellas. Cada etapa presenta un estilo visual diferente, aunque el objetivo es el mismo. En cada nivel, sin embargo, los obstáculos cambian de forma o lugar, planteando un lanzamiento diferente en cada ocasión. El jugador solo tiene cinco vidas para gastar en una partida, debiendo comenzar desde el principio cada vez que las agote. Así hasta lograr superarse y alcanzar las nuevas etapas. Una vez hecho esto, es posible rejugarlas en un modo por puntuación, donde fallar está permitido, aunque donde se requieren tres canastas consecutivas en un mismo nivel para pasar al siguiente. Algo así como un entrenamiento para conseguir más puntos para comprar más vidas, si es necesario.
En definitiva, un juego que no destaca especialmente por sus gráficos ni por su sonido, pero que presenta una jugabilidad ágil y directa capaz de enganchar. Lo mejor es que Tigerball se puede descargar gratis para Android a través de Google Play Store.
Una respuesta a “Tigerball, el juego de la pelota saltarina que engancha en Android”
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