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Ha llegado el momento que muchos vaticinaban y que otros tantos temí­an. WhatsApp y Facebook están más cerca que nunca la una de la otra, y la información del usuario será compartida entre ambas, empezando por el número de teléfono. Algo que hará a muchos replantearse la relación con sus redes sociales y aplicaciones de mensajerí­a, aunque también puede suponer la aceptación de algo que se esperaba desde que en 2014 Facebook comprase WhatsApp, la convergencia de ambas herramientas.

El anuncio llega directamente desde el blog oficial de WhatsApp, donde quieren echar un “vistazo al futuro” de esta aplicación. En una publicación un tanto abstracta, sus responsables anuncian la modificación de los Términos de Servicio y la Polí­tica de Privacidad de WhatsApp por primera vez en cuatro años. Todo ello apuntando hacia el futuro de la aplicación que, como ya se sabe desde hace algún tiempo, contará con una vertiente comercial para conseguir ingresos sin caer en la introducción de publicidad, sirviendo de herramienta de comunicación para recibir notificaciones de comercio, hacer pedidos y otras funcionalidades.

Aunque en un comienzo, en su publicación, se centran en hablar de cómo han recogido en sus nuevos términos sus últimas novedades como las llamadas a través de WhatsApp o la encriptación de extremo a extremo de todas sus comunicaciones, hay un apartado realmente importante de cara a la privacidad del usuario, ya que afecta a sus propios datos. Según ejemplifica la propia WhatsApp en su página, “una vez que aceptes nuestros Términos de Servicio y Polí­tica de Privacidad actualizados, compartiremos alguna información con Facebook y la familia de empresas de Facebook, como el número de teléfono que verificaste cuando te registraste en WhatsApp, así­ como la última vez que usaste nuestro servicio”.

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Eso sí­, también aclaran que “nada de lo que compartas en WhatsApp, incluyendo tus mensajes, fotos, e información de perfil, será compartido en Facebook o en alguna de las aplicaciones filiales de Facebook para que otros los vean”. Y recuerdan que el cifrado de extremo a extremo sigue funcionando de forma habitual, por lo que todos estos contenidos enviados a través de los chats siguen a buen recaudo, sin que WhatsApp, ni Facebook, ni servicios de espionaje, ni hackers puedan leerlo o verlo.

La idea de WhatsApp y Facebook es poder “mejorar la experiencia del usuario”. Así­, compartiendo el número de teléfono y otra información se podrá hacer mejores sugerencias de amistad en la red social, o presentar anuncios y publicidad relevante y de importancia para el usuario. Cuestiones que, por otro lado, no calmarán a los usuarios más celosos de su privacidad. Y es que la historia de Facebook y la intimidad de los usuarios ha sido siempre un tira y afloja en la que muchos salen perdiendo.

Cómo evitar compartir esta información con Facebook

No todo está perdido, y es que WhatsApp ofrece a sus usuarios la posibilidad de interrumpir este cruce de información con la red social madre. Para ello existen dos opciones:

La primera surge antes de aceptar los Términos de Servicio y la Polí­tica de Privacidad de WhatsApp. Aquí­ es posible pulsar sobre la opción resaltada “Lee” y acceder a una opción donde deseleccionar la función de compartir datos con Facebook.

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La segunda opción está disponible después de aceptar estas nuevas condiciones. Eso sí­, solo durante los primeros 30 dí­as posteriores a la notificación de los cambios en los Términos de Servicio y la Polí­tica de Privacidad de WhatsApp. Tras ello es posible acceder al menú Ajustes de la aplicación, entrar en la sección Cuenta y deseleccionar la opción compartir la información de mi cuenta.

Ahora bien, WhatsApp informa de que “de cualquier manera, Facebook y la familia de empresas de Facebook recibirán y usarán esta información para otros propósitos. Esto incluye ayudar a mejorar los sistemas de infraestructura y entrega; entender cómo se usan nuestros Servicios o los de ellos; proteger los sistemas; y combatir las actividades infractoras, el abuso o los mensajes no solicitados”. Por lo que parece que la decisión está tomada y es irrevocable.