Snapchat e Instagram Stories, esas dos aplicaciones cuyo objetivo principal es mostrarle al mundo entero lo que hacemos en cada momento. Es inevitable coger el teléfono y pasar las horas muertas viendo qué ha hecho la gente a la que seguimos y por qué no decirlo, en ocasiones teniendo mucha envidia de las fiestas o conciertos a los que han ido mientras nosotros nos hemos quedado en casa viendo sus historias a través de la pantalla de nuestro teléfono… Pero, y si te decimos que a lo mejor esa gente también se ha quedado en casa como tú y que no ha estado en ningún concierto, ¿no te lo crees? Pues lo sentimos pero es verdad.
Late Night Snap Hacks es un sitio web dedicado a ayudarnos a subir vídeos a nuestras historias de lugares en los que obviamente no hemos estado. Fiestas, conciertos, comidas con amigos e incluso paseos nocturnos son algunos de los ambientes que nos ofrece esta página. Hasta 10 situaciones distintas que podemos seleccionar que incluyen, por supuesto, su característico ruido de ambiente.
Para utilizarlo tan solo tenemos que entrar en la página de latenightsnaphacks, elegir en qué escena deseamos que nuestros amigos crean que estamos, acercar la pantalla de nuestro teléfono con Snapchat o Instagram Stories abierto y grabar el clip de 10 segundos para después subirlo a nuestra cuenta como si realmente estuviéramos ahí.
Como todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo primero y más importante es que, como con todas las mentiras, tienes el riesgo de que te pillen, así que desde aquí te recomendamos que lo utilices con moderación y sobre todo no para cosas demasiado serias.
Otro asunto a tener en cuenta es que se trata de una grabación a una pantalla, es decir, si queremos que sea realistas tendremos que cuidar los detalles. No hay que olvidarse de mover el ratón para que el cursor no aparezca en medio del vídeo. También hay que ser conscientes de la iluminación ya que corremos el riesgo de que se nos vea reflejados en la pantalla al estilo Poltergeist y también hay que andarse con ojo de los sonidos externos, ya sabes, que no se escuche a tu gato maullar en medio de una fiesta o a tu a madre diciendo «niño deja ya el ordenador de una vez y vete a dormir».
