Un hombre ha confesado ser autor de un delito continuado de corrupción de menores y otro delito continuado de abuso de menores, aceptando así la pena de 17 años de cárcel, 39 años de alejamiento y 10 años de libertad vigilada impuestos por la Fiscalía del Principado de Asturias. Delitos cometidos a través de la aplicación de mensajería WhatsApp, con la que intercambiaba material pedófilo de los menores con los que contactaba haciéndose pasar por otra persona.
La confesión ha tenido lugar este pasado lunes, confirmando los hechos que el proceso judicial fijaba entre los meses de mayo y septiembre de 2014 y por los que iba a ser procesado. Los hechos le sitúan como autor de corrupción y abuso de menores tras engañar a varias niñas de entre 11 y 12 años haciéndose pasar por un menor de la misma edad para pedirles fotos y vídeos de contenido sexual. Una práctica conocida como sexting. Dichos contenidos eran distribuidos después por el autor confeso a través de Internet en una red de pedófilos mediante el programa de descargas Ares.
Según la Fiscalía, el autor se hizo pasar por un menor llamado Manu, o José en otras ocasiones, para empezar a hablar con una niña del colegio al que acudía su hijo menor, a través de quien consiguió el número de la víctima. Tras ganarse su confianza afirmando que estaba enamorado de ella, le pedía fotos y vídeos sexuales en los que se mostrase vestida y desnuda. Además, el procesado solicitaba el número de otras compañeras de la víctima, con las que también consiguió hablar y extraer más contenido pedófilo que luego compartía a través de Internet.
El procesado llegó a crear una competición entre las menores, con quienes repetía las mismas técnicas de persuasión para lograr sus fines. De esta forma conseguía vídeos de mayor duración y contenidos cada vez más comprometidos. Para conseguir que le enviasen fotos y vídeos llegó a afirmar que se quitaría la vida o dejaría su relación con las diferentes menores, según los datos publicados por lainformación.com.
El acusado también mantuvo relaciones telefónicas con niñas menores de edad, entre 11 y 12 años en León. En estos casos repetía los mismos procesos, consiguiendo que las propias víctimas cedieran números de teléfono de sus compañeras y amigas. Con una de estas menores mantuvo relaciones sexuales en repetidas ocasiones. Estas situaciones eran consecuencia de un chantaje. El procesado se hacía pasar por el padre de Manu (la identidad falsa creada para contactar con las menores a través de WhatsApp), con quien debía mantener relaciones sexuales a cambio de regalos y promesas de un futuro noviazgo con este falso hijo. Estos encuentros fueron grabados y distribuidos a través de Internet por el delincuente confeso.
La vista oral por la que iba a ser procesado el sujeto estaba prevista para este mismo lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, en Oviedo, aunque ha sido cancelada ante la confesión y aceptación de la pena impuesta por la Fiscalía.