angry birds goal

Que la franquicia de los pájaros furiosos está sobreexplotada es algo de lo que nos percatamos cuando Rovio, la desarrolladora que los creó, empezó a optar por diferentes géneros de juego para devolver la fama a los Angry Birds. Algo que ha generado diferentes tí­tulos, no siempre acertados y exitosos, pero sí­ variados. Ahora, con el tirón de su próxima pelí­cula, se atreven a dar el salto al mundo del fútbol con el juego Angry Birds Goal. Una nueva variación con un planteamiento muy distinto a lo que estamos acostumbrados.

Se trata de un curioso juego de fútbol en el que el jugador no controla a los jugadores. Ni termina de gestionar la totalidad del equipo. Tan solo unas pinceladas aquí­ y allá mientras la acción trascurre prácticamente de modo automático. Algo que hace que este juego esté enfocado a los más pequeños de la casa, quienes se divertirán moviendo solo algunos hilos del equipo de fútbol Mighty Feathers o los Plumas Poderosas.

angry birds goal

El juego sitúa al usuario en medio de un equipo que está viviendo sus momentos más bajos. Por suerte, el jugador adopta el papel de Red, al que le podrá dar su propio nombre tras el encuentro inicial con el que empieza el juego. A partir de aquí­ la misión principal es ganar partidos y mejorar el equipo. Para ello solo habrá que realizar buenas jugadas, lo que desembocará en mejores relaciones con el resto de integrantes del equipo, más dinero tras cada partido, y mejor equipamiento para lograr esos fines.

En cuanto a su jugabilidad, el tí­tulo se inclina más hacia el formato mánager que ante lo meramente deportivo y de acción. Aunque hay para todos los gustos. Así­, durante el partido, el jugador verá narrado el minuto a minuto y, eventualmente, tomará la acción en sus propias manos. Es entonces cuando se dejan los mensajes de lado y aparece el terreno de juego en pantalla. En ese momento, la acción consiste en realizar pases y chutes, siempre con el mismo esquema: primero apuntar estirando desde la pelota como si fuera un tirachinas, y luego pulsando sobre la imagen de la pelota. Eso sí­, es posible dar efectos según donde se pulse. Estos actos llevarán a buen puerto el partido y, aunque se pueden fallar, siempre se pueden repetir si la jugada no sale como debiera.

Aparte de esto, el jugador puede y debe mejorar a su propio personaje. Y es que es la clave de la evolución de los Mighty Feathers para derrotar a los cerdos verdes. Para ello es posible reinvertir el dinero ganado en los partidos en llevar a cabo entrenamientos para mejorar los pases, la fuerza, la técnica y la defensa. Todo ello mediante minijuegos que también demandan más acción sobre la pantalla del móvil. Junto a ello es posible comprar botas para mejorar las estadí­sticas. Cuestiones que acaban repercutiendo en el terreno del juego y sobre las relaciones con el entrenador, el resto de jugadores e incluso con los aficionados y la prensa. De tal forma, cuantos más estrechos sean los ví­nculos, mayor es la puntuación y el dinero ganado.

En definitiva, un juego que no sorprenderá a aquellos que ya hayan probado otros simuladores de fútbol, y es que en Angry Birds Goal se corta lo divertido para hacer sencillo y asequible para los más pequeños. Sin embargo, resulta entretenido para acabar con las horas muertas. Siempre y cuando queramos leer un partido antes que jugarlo. El juego se ha creado tanto para Android como para iOS. Sin embargo, aún no está disponible en Google Play Store y App Store, ya que su llegada está siendo progresiva.