whatsapp despido

Que WhatsApp es una aplicación indispensable para nuestro dí­a a dí­a es algo bien sabido por todos. Tanto es así­ que es ya habitual más allá de las relaciones personales, sirviendo de ví­nculo para empresas que prestan servicios de información a través de ella, e incluso en algunas instituciones públicas que aprovechan su expansión por la mayorí­a de terminales actuales para contactar con la ciudadaní­a, o en el ámbito judicial, donde es aceptada como prueba de delito. Ahora, además, es una opción válida para despedirse del trabajo, según el Tribunal Superior de Justicia.

Así­ lo ha determinado este órgano tras publicar una sentencia que crea precedente en torno a la baja voluntaria transmitida por la aplicación de mensajerí­a. Un supuesto que ahora es legal y que mostrarí­a la voluntad de extinguir el contrato del trabajador, a pesar de utilizar WhatsApp como medio de comunicárselo a la empresa. Todo ello sin que se produzca un despido improcedente si se acepta la baja enviada en uno de estos mensajes que, hasta ahora, eran más propios del ámbito personal.

La sentencia viene dada por el caso de un trabajador que mandó un mensaje al encargado de su centro de trabajo indicando su malestar y su intención de no volver a incorporarse tras ciertas desavenencias. Claro que dicho trabajador debió pensarse dos veces lo dicho por WhatsApp y volvió finalmente al trabajo, donde se encontró con que el despido se habí­a hecho efectivo. Fue entonces cuando decidió demandar a la empresa por despido improcedente al alegar que el proceso no se habí­a llevado a cabo según la ley.

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Sin embargo, el final de este proceso judicial, tal y como recoge la sentencia de este caso, viene determinado por la utilidad de esta aplicación para saber que tanto el trabajador como el encargado han leí­do los mensajes intercambiados y que, por tanto, la información se ha transmitido entre ambos. Una ví­a de comunicación que sirvió para informar efectivamente al superior acerca de la baja, quien respondió al mensaje del trabajador, no dejando duda alguna para el órgano judicial de que la comunicación se hizo efectiva y, por tanto, tan válida como un escrito habitual de un trabajador. Es por ello que ha desestimado la demanda del trabajador, y aceptado el despido voluntario mediante el mensaje de WhatsApp.

Sorprende así­ la adopción de WhatsApp en un nuevo aspecto de la vida de los usuarios. Y es que, lejos de quedar relegado a lo meramente social u ocioso, esta aplicación cada vez tiene más utilidades y es considerada como prueba ante diferentes supuestos de delito. Ahora bien, tras demostrar su vulnerabilidad ante modificaciones de mensajes y conversaciones sin dejar aparente rastro para utilizar en procesos judiciales, es necesario contar con el informe de un perito informático que avale la autenticidad de dichos contenidos.

Así­, se crea jurisprudencia acerca del uso de WhatsApp para la notificación de bajas voluntarias. Aunque el caso serí­a muy diferente si la situación hubiera sido al contrario, ya que WhatsApp no es la forma correcta para informar acerca de un despido de un trabajador, lo que sí­ se habrí­a transformado en un despido improcedente.