El pasado miércoles una importante cantidad de usuarios fueron expulsados de la red social de fotografía Instagram, impidiendo su entrada durante todo el día y recibiendo un mensaje acerca de un cambio de contraseña en sus respectivas cuentas. Algo que dejó sin servicio a todos ellos y con el susto en el cuerpo. Pero nadie debería asustarse. Y es que se trata de un fallo del sistema, y no un ataque que haya puesto en jaque la privacidad de los usuarios.
De esta forma, y durante la jornada del pasado día 2 de diciembre, muchos usuarios se toparon con un extraño mensaje al acceder a su aplicación de filtros. En él se indicaba que habían cerrado su sesión (log out) y que su contraseña había cambiado. Algo que disparó las alertas acerca de un posible ataque que pusiera en peligro las cuentas de miles de usuarios afectados. Todo ello impidiendo el funcionamiento habitual de la aplicación, por lo que los usuarios afectados no podían publicar fotografías ni realizar otras tareas en las que es necesario identificarse como usuario de dicha red social.
Pues bien, la propia Instagram ha confirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que se trata solamente de un fallo. Lo hizo durante el final de la jornada, informando y tranquilizando así a muchos de los que pensaban que sus cuentas y fotos habían caído en manos de hackers, quienes podrían estar haciendo toda clase de fechorías a través de sus perfiles secuestrados.
La realidad es que un fallo del servicio disparó el mensaje de cierre de sesión y cambio de contraseña. Una información falsa tanto en el contenido como en su razón de ser. Y es que, según afirma Instagram, ninguna contraseña ha sido cambiada entre sus usuarios. Y, desde luego, su seguridad y privacidad no se han visto afectadas en ningún momento, por lo que pueden respirar tranquilos.
Pero, lo que es más importante, es que el servicio vuelve a funcionar de forma habitual, permitiendo a los usuarios expulsados durante la pasada jornada volver a sus cuentas y aplicaciones. El único paso que deben realizar es volver a firmar con su nombre de usuario y contraseña normalmente. Eso sí, Instagram anunció que el proceso de inicio de sesión podría retrasarse algo más de lo habitual durante el restablecimiento del sistema, y es que aún tienen que cuadrar todo lo que este fallo ha desvirtuado.
El miedo de los usuarios a un secuestro o robo de sus cuentas está justificado. No sería la primera vez que algún atacante consigue hacerse con un buen puñado de cuentas de Instagram para publicar en ellas contenidos inapropiados o spam que acaba llegando a los seguidores de dichas cuentas. Un caso llamativo fue el de los batidos y las frutas de hace un par de años, aunque parece que el servicio ha permanecido seguro desde entonces. En cualquier caso, es recomendable mantener la contraseña a buen recaudo y evitar firmar con los datos de usuario en otras aplicaciones no oficiales, más aún cuando la propia Instagram se ha curado en salud impidiendo usar su API (servicios) de forma abierta a través de otras herramientas.