¿Alguien en la sala recuerda la aplicación Joyn? Lo más seguro es que no. Se trata de una aplicación de mensajería que añadía el apellido “enriquecida” por basarse en el estándar RSC o Rich Communications Services (servicios de comunicación enriquecidos). Algo así como un WhatsApp pactado por las operadoras telefónicas del momento (Movistar, Vodafone y Orange), allá por el 2012, que pretendía luchar contra la propia aplicación de mensajería y devolver a estas compañías el poder y dominio de los mensajes de texto. Una propuesta interesante en inicio, pero que no consiguió cuajar. Ahora Google parece estar interesada en ella, o al menos en su propuesta. Algo que se confirma con su última compra.
Así, la propia compañía del buscador se congratula por haber unido a su equipo a Jibe Mobile, una empresa líder en comunicaciones que apuesta por RCS. Algo que pone el acento sobre este tipo de comunicación y sobre cómo Google parece interesada en implantarla y desarrollarla a través de su plataforma móvil Android. Cuestión que incluso estaría ya en desarrollo, según la publicación de su blog, habiendo iniciado el trabajo con operadoras y fabricantes de móviles para llevar este estándar a más usuarios y ofrecer comunicaciones actualizadas a los tiempos que vivimos, dejando atrás el SMS.
Pero ¿qué significa todo esto? Según Google, el SMS sigue siendo un servicio de mensajería utilizado por miles de millones de usuarios en todo el mundo. Pero es un sistema de comunicación anticuado y limitado. Algo en lo que no están nada equivocados. Con aplicaciones como WhatsApp, que permiten el envío de mensajes en grupo, además de compartir toda clase de contenido multimedia como fotos, vídeos y sonidos, el servicio de los SMS ha quedado relegado a un uso meramente funcional, sirviendo como método de seguridad, o uso institucional en algunos casos. Algo que ha hecho perder (o dejar de ganar, más bien) mucho dinero a las operadoras telefónicas, que trataron de buscar su propia fórmula para plantar cara a WhatsApp. Fue en este momento cuando apareció por primera vez Joyn.
Lo curioso de esta herramienta es que se basaba en RCS, permitiendo mantener chats de mensajería individuales o en grupo, realizar llamadas a través de Internet mientras se comparten contenidos multimedia, ofrecer seguridad en las comunicaciones”¦ todo ello bien gestionado por las operadoras telefónicas, aunque de forma gratuita y sin límites en ese momento. Algo que parece haber convencido a Google para actualizar los SMS en Android y aprovechar este estándar.
Esto no quiere decir que Joyn vuelva a resurgir de sus cenizas. Tan sólo que Google se está tomando más en serio los sistemas RCS, por lo que próximamente podríamos ver más aplicaciones aprovechando estas virtudes. El único temor que cabe en esta cuestión es el control que las operadoras tienen de este estándar, quedando a su merced el uso y el posible coste del mismo. ¿Significa eso que habrá aplicaciones RCS de pago o con mensajes limitados? Parece poco probable contando con WhatsApp como líder en mensajería. Habrá que esperar para ver en qué se traduce este nuevo entusiasmo de Google por actualizar los SMS, y cómo se aprovecharán las operadoras telefónicas de ello.